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Ana Frank


Enviado por   •  11 de Marzo de 2013  •  1.940 Palabras (8 Páginas)  •  338 Visitas

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Annelies Maria Frank Höllander, más conocida como Ana Frank, fue uno de los muchos niños judíos que murieron durante el Holocausto nazi emprendido por el Tercer Reich de Adolf Hitler. El aterrador testimonio de su martirio quedó reflejado para siempre en su diario autobiográfico, el tristemente famoso Diario de Ana Frank.

Ana Frank nació en Francfort del Meno, en Alemania, el 20 de junio de 1929. Los padres de Ana Frank eran Otto Heinrich Frank y Edith Höllander. Ana Frank tenía una hermana tres años mayor llamada Margot.

Su familia era judía por lo que, cuando el partido nacional-socialista de Hitler ascendió al poder en 1933, todos se trasladaron a Ámsterdam para huir de los nazis. Allí vivieron libres y felices durante un tiempo. Otto Frank fundó la empresa Opekta dedicada a la comercialización de pectina usada en la elaboración de mermeladas y Edith Höllander se entregó al cuidado de sus dos hijas.

Sin embargo, cuando el ejército alemán invadió Holanda el 10 de mayo de 1940, el sueño se convirtió en pesadilla: comienzan las discriminaciones a los judíos: no pueden tener empresas, los niños deben estar en escuelas para judíos, deben llevar en todo momento y lugar una identificación en forma de estrella, etc.

Es después de esto, el 12 de junio de 1942, cuando le regalaron su famoso diario por cumplir trece años. Según sus propias palabras fue el mejor regalo que le podrían haber hecho y no tardó nada en estrenarlo. Lo que describe en las siguientes semanas son cosas que contaría cualquier niño en su etapa de adolescencia: lo que le ocurre en la escuela, sus preocupaciones por las notas, descripciones de sus compañeros de clase, etc.

Sin embargo, menos de un mes después, en julio, las autoridades alemanas comienzan a deportar judíos holandeses a los campos de concentración de Polonia. Esta amenaza, junto con la citación que recibe Margot Frank para acudir a un campo de trabajo en Alemania acelera la decisión de la familia Frank de esconderse en la conocida casa de atrás, un desván situado en la parte trasera de las oficinas de Opekta. Ese será su hogar y el de la familia Van Pels durante dos años, sobreviviendo gracias a la ayuda de los antiguos empleados del padre de Ana Frank: Miep Gies y Bep Voskuijl que se encargaban de las necesidades básicas diarias; y Johannes Kleiman y Victor Kugler que se ocupaban de encontrar dinero para los gastos y de velar por la seguridad de los refugiados.

Los Frank se trasladan a la casa de atrás el 6 de julio de 1942. Una semana después llega la familia Van Pels y en noviembre del mismo año se une Fritz Pfeffer, conocido de los Frank. En la primera planta vivirán Otto, Edith y Margot en una habitación y en otra Ana Frank y Fritz Pfeffer. En esta planta también estaba el aseo y el retrete.

En la segunda planta vivían los Van Pels. Su dormitorio se utilizaba durante el día de salón-comedor. Al lado, estaba la habitación de Peter, a través de la cual se llegaba a un desván donde guardaban las provisiones. Era ahí donde Peter Van Pels y Ana Frank conversaban durante horas.

Los días en la casa de atrás se van a caracterizar por la monotonía, el aburrimiento y el miedo a ser descubiertos. Sin embargo, esto no impidió que Ana plasmase todo lo que le ocurría y pensaba en su diario, desde los sentimientos propios de una niña hasta inteligentes reflexiones dignas de un adulto.

Ana Frank para pasar el tiempo y escapar del aburrimiento escribía en su diario, leía, estudiaba, alguna que otra vez espiaba a sus vecinos por las noches con un catalejo, etc. En una de las entradas del Diario de Ana Frank' ésta cuenta lo que estudiaba cada habitante. Ella dice de si misma que estudiaba francés, inglés, alemán, taquigrafía holandesa, geometría, álgebra, historia, geografía, historia del arte, mitología, biología, historia bíblica, literatura holandesa; y leía: biografías, libros de historia, novelas, etc.

Durante el día, todos debían de ser muy precavidos y silenciosos, pues en Opekta trabajaba gente ajena a lo que allí estaba ocurriendo. Aunque los protectores debían de disimular, al mediodía, cuando todos los demás se habían ido a comer, de vez en cuando aprovechaban para ir a la casa de atrás para comer con los refugiados.

Además, para evitar que el encierro se convirtiera en algo insoportable, Otto Frank decidió establecer unos horarios muy estrictos. Así era un día en el refugio: a partir de las 6:45 todos se levantaban. Entre las 8:30 y las 9:00 debían estar en silencio ya que era la hora en la que los trabajadores de Opekta entraban a trabajar. A partir de aquí desayunaban y Miep Gies se escapaba un momento para informar sobre la situación y recoger la lista de la compra. A las 12:30, hora de salida del personal de Opekta, empezaban a hacer el almuerzo y a la 13:00 escuchaban las noticias de la radio. A la 13:15 comían, después lavaban los platos y dormían la siesta. Mientras tanto, Ana Frank aprovechaba para escribir en su diario. Sobre las 17:30 podían respirar tranquilos, estaban solos. Auguste y Edith preparaban la cena. En este tiempo también aprovechan para escuchar las noticias de la radio. Sobre la 21:00 preparaban las camas y a las 22:00 todo el mundo debía estar ya durmiendo.

Todos soñaban con salir de ese encierro y en ocasiones comentaban lo que desearían hacer si tuviesen libertad. En la entrada del diario del 23 de julio de 1943 Ana Frank escribe: "Lo que más anhelan Margot y el señor Van Pels es un baño de agua caliente hasta el cogote, durante por lo menos media hora. La señora Van Pels quisiera irse enseguida a comer pasteles, Pfeffer en lo único que piensa es en su Charlotte, y mamá en ir a algún sitio a tomar café. Papá iría a visitar al señor Voskuijl, Peter se iría al centro y al cine, y yo de tanta gloria no sabría por dónde empezar. Lo que más

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