Anastacio Somoza
Enviado por mariasanchez • 2 de Abril de 2014 • 675 Palabras (3 Páginas) • 452 Visitas
Idi Amin Dada, uno de los más sanguinarios dictadores del siglo XX al que se atribuyen hasta 500.000 muertes, que le valieron el terrorífico apodo de "El carnicero de Kampala", ha fallecido este viernes en un hospital de Arabia Saudí, país en el que se refugiaba en los últimos años.
Nacido en 1925 en lo que hoy es Uganda, Idi Amin fue un hombre de grandes dimensiones físicas y dotado de una extraordinaria fuerza, que le permitió ganar en varias ocasiones el campeonato de boxeo de su país en la categoría de pesos pesados. Sin embargo, no cursó estudios y era prácticamente analfabeto cuando a los 20 años se enroló en el Ejército británico, en el que prestó servicios en el Cuarto Regimiento de Fusileros Reales de Africa. Luego ejerció de policía en Kenia durante un tiempo, hasta que, al proclamarse la independencia de Uganda en 1962, se trasladó a ese país, donde ingresó en el Ejército. En 1964 alcanzó el grado de coronel y dos años más tarde fue nombrado jefe adjunto de las Fuerzas Armadas Ugandesas. A mediados de 1966, ya al frente del Ejército, Idi Amin colaboró con el entonces primer ministro, Milton Obote, en la caída del rey Mutesa II y participó en el asalto, saqueo y quema del Palacio de Kampala.
La cruenta intervención armada se cobró la vida a 15.000 personas de la etnia buganda, uno de los cuatro reinos en torno a los que se había articulado el naciente país. El primer ministro Obote asumió todos los poderes, derogó la Constitución existente y, para imponer su régimen, se apoyó en Idi Amín, a quien en 1967 ascendió a general de brigada y le entregó el mando de los tres Ejércitos. Un año más tarde, Amin fue designado comandante en jefe del Ejército ugandés, pero, poco después, Obote comenzó a desconfiar de él y a temer que le expulsara del poder, lo que sucedió el 25 de enero de 1971, cuando Amin aprovechó la ausencia de Obote, quien estaba en Singapur, para dar un cruento golpe de Estado con el que inauguró un régimen de terror y excentricidades.
Temeroso de que los colectivos extranjeros pudieran preparar alguna maniobra en su contra, Idi Amin expulsó a más de 90.000 asiáticos y británicos que residían en Uganda, lo que llevó a la ruina a ese próspero país, ya que ambos grupos estaban dedicados mayoritariamente al comercio y eran su motor empresarial. También expulsó a los estadounidenses y a los técnicos soviéticos que trabajan en el país, pero su miedo no se aplacó y se hizo rodear de un cuerpo de 23.000 guardaespaldas, al tiempo que potenció su Ejército con la ayuda de Libia y Sudán. La persecución y represión de la oposición fue brutal y los métodos de su policía político-militar, de la que se dijo que fue entrenada por agentes de los servicios secretos rusos (KGB), se hicieron célebres por su crueldad más allá de las fronteras de Uganda. La Comisión Internacional de Juristas cifró inicialmente
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