Arquitecto de tiempo, espacio y propósito.

I.M Pei

Arquitecto de tiempo, espacio y propósito.

Por Jill Rubalcaba

CONOCIMIENTOS

Cuando descubrí que la responsabilidad de la adquisición de imágenes de este libro sería el mío, yo era llenada con pavor. Durante un breve momento, consideré el desguace del proyecto en su totalidad. ¿Qué sabía yo de la navegación de archivos digitales en busca de la fotografia perfecta? Fue mi gran fortuna de que la primera persona que contacté fue Yvonne Mondragón en el Centro Nacional para la Atmósfera Investigación en Boulder, Colorado. Después de nuestra primera conversación teléfonica, mi temor se evaporó y en su lugar me encontré deseando a los contactos que haría la caza de estas imágenes. Varias conversaciones telefónicas y decenas de emails

más tarde, comencé a sentir una verdadera conexión con la vitalidad de la creación del Sr. Pei en Boulder y de Yvonne también. Creo que si vivimos más cerca unos a otros, nos convertiríamos en buenos amigos.

Animado por mi experiencia con Yvonne, entré en contacto con el Museo Miho en Kyoto. Allí, a pesar de mi completa ignorancia de

Japonés, el misericordioso Akiko Nambu proporcionó inquietantemente bellas imágenes de la torre del campanario y el museo. Gracias, Akiko Nambu. Espero poder expresar mi gratitud en persona algún día.

En la Biblioteca John F. Kennedy, un equipo de archiveros con entusiasmo sugiere muchas imágenes posibles, entonces la elección tiene mayor desafío. Gracias Nadia Dixon, Sharon Kelly, Ethan Hawkley, y Laurie Austin. También, gracias a Jean Henry en la Galería Nacional de Arte, que respondió a las preguntas de mis muchos principiantes y buscó la extensa biblioteca de la Galería Nacional.

Estaba empezando a pensar que este negocio de adquisición de imagen no era tan malo después de todo. Cada contacto me enseñó algo inesperado. Yo estaba aprendiendo de primera mano acerca de una de las principales visiones de Mr. Pei de cómo personas utilizan sus edificios. Yo estaba seguro de que no podía ser mejor. Fue entonces cuando conocí a Emma Cobb en Pei Cobb Freed & Partners. Como se puede ver por el número de imágenes acreditado a Pei Cobb Freed & Partners, Emma trabajó incansablemente seleccionando las mejores imágenes posibles que complementaran el texto y el atractivo de lectores. Ella respondió correos electrónicos sin fin y no importa cómo la cuestión trivial, ella nunca me hizo sentir como si estuviera molestandola, aunque les aseguro que lo esta. Estoy en deuda con Emma para la ampliación de esta historia, el mantenimiento de buen humor a pesar de todo, y, por supuesto, suministro de estas imágenes increíbles.

Me gustaría dar las gracias a la asistente personal del Sr. Pei, Nancy Robinson, por dar generosamente de su tiempo en la lectura de este manuscrito, convirtiéndose en un recurso muy valioso, y ayudar a asegurar la precisión.

Creo que la expresión "se necesita una aldea" se aplica al negocio de los libros de decisiones. ¿Dónde sería yo sin Margery Cuyler de entusiasmo por el proyecto y la dirección creativa en todo? Ella tomó un esqueleto y le añadió la carne. Gracias, Margery.

Gracias, también, a Michelle Andreani para arrear a los gatos. Deborah Parker prestó el ojo atento que se necesita para corrección de estilo. Y los años de libros diseño es el brillante trabajo del director de arte y diseñador Anahid Hamparian Alex Ferrari. Como siempre estoy agradecido a mi agente, Ginger

Knowlton, para el manejo de todas las cosas relacionadas con el negocio. Está liberando saber que los aspectos de cada proyecto está en manos tan capaces.

Grupo de mi escritor me mantiene cuerdo, sube mi juego, y hace este divertido trabajo. Gracias Jenny Lecce, Molly Lazear Turner, y Jean Ann Wertz. Y especialmente a Dan, sin los cuales yo no llegar a hacer esto. Gracias.

Los primeros años

Fue el año de la serpiente. Año de la serpiente son tiempos tumultuosos. Inquieto, riñas, enfrentamientos, a veces incluso

a veces en el rompimiento de la guerra. Así que era 1917 en China, el Año de la Serpiente de Fuego, la más volátil y vicioso

serpiente de todos ellos.

Era el Señor de la Guerra Era. Provincia enfrentó contra provincia. Los chinos del norte contra los chinos

en el sur. Puentes bombardearon. Casas destruidas. Jardines Generacionales arrasaron a la ruina.

Con granjas incendiados al páramo ennegrecido, alimentos crecieron escasos. Los campesinos mastican la corteza de árbol para facilitar la dolor de estómago vacío. Padres desesperados negocian sus hijos para las bolsas de arroz. Frescos túmulos hincharon a través de los cementerios-muchos de ellos parecían olas en un mar picado.

En la frontera oriental de China, en Suzhou, una de las ciudades más antiguas y hermosas de China, un hombre trabajado día y noche para salvar la ciudad de la destrucción. Li-Tai Pei negoció con señores de la guerra. Generales sobornados.

Suplicó con los soldados. Discutió con oficiales OFI. Todo para salvar a su antigua ciudad. En medio del caos Li-Tai Pei de

nieto, Ieoh Ming Pei, nació.

Él vino al mundo en ese año de la serpiente. Astrólogos chinos afirman que los niños nacidos en el año de la serpiente se determinan. Sobresalen en la resolución de rompecabezas complejos y dependiendo también podrían superar incluso los obstáculos más difíciles. Hijos de la serpiente-nacido planean cuidadosamente. Y en sus carreras que alcanzan grandes

alturas. En devastada por la guerra de China, el primer niño-serpiente debe sobrevivir. Muchos no lo hicieron. Cadáveres hinchados, desfigurado desde hambre, llena las calles.

El abuelo de Ieoh Ming Pei creció más y más débil de la negociación agotadora. Logró salvar carreteras de Suzhou, escuelas, orfanatos y hospitales, pero no pudo salvar a su hijo y la familia de su hijo.

A diferencia de su padre, Tsuyee Pei se negó a negociar con la milicia. Se emitieron órdenes de arresto de la familia.

Disfrazado de mujer occidental, Tsuyee llevó a su esposa y dos hijos a lo largo de los canales de Suzhou, a lo largo

las calles empedradas, y por medio de un laberinto de casas encaladas en cuclillas con techos de teja gris. Ieoh Ming

aferrado a la espalda de su niñera con una mano, mientras que llegaba a la lavandería que ondeaba desde palos largos

con la otra. Ieoh Ming era demasiado

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