BARRABAS
Enviado por armz14 • 11 de Marzo de 2014 • Tesina • 1.931 Palabras (8 Páginas) • 328 Visitas
BARRABAS
Barrabás es un personaje citado en el Nuevo Testamento, concretamente en relación con el proceso de Jesús ante Poncio Pilato. Según Marcos y Lucas, estaba encarcelado por haber participado en un motín en el que se había cometido un homicidio (Mc 15,7; Lc 23,19); Juan indica que era un bandolero (Jn 18, 40); y Mateo, se refiere a él sencillamente como "un preso famoso" (Mt 27, 16). La pena para su crimen habría sido la crucifixión, pero según las escrituras de los evangelios habría existido una tradición que permitiría o requeriría que Pilatos indultara a un preso sentenciado a muerte durante la Pascua mediante aclamación popular. A la gente reunida ("ochlos", que se convirtió en "los judíos" o "la multitud" en las traducciones) se le ofreció la opción de liberar a Jesús o a Barrabás. Se habría aclamado popularmente la liberación de Barrabás, con la consecuente crucifixión de Jesús.
La historia de Barrabás es utilizada con frecuencia para justificar el antisemitismo, atribuyendo por la misma al pueblo judío la posible responsabilidad de la crucifixión de Jesús. Otras fuentes consideran que fue utilizada en los primeros tiempos del cristianismo para limpiar de culpas al Imperio romano, para facilitar la adopción de dicha religión por los romanos y finalmente su oficialización.
Estaba en la cárcel por sedición (en otras palabras, por tomar parte en una revuelta contra Roma), por homicidio (cometido durante la revuelta) y por robo. Lo más probable es que era famoso - quizás la mejor palabra sería infame - por razón de ser rebelde contra el orden establecido, la Roma Imperial.
Ahora, hermanos, les pediré que se identifiquen con Barrabás - es decir, imagínense estar en su situación- por los mismos crímenes que él había cometido.
Hermanos, les diré algo: uno de los secretos en interpretar la Biblia correctamente es identificarnos con los hombres y mujeres que vemos en sus páginas ¿Aún en sus faltas, rebeliones y pecados? Hermano, especialmente en sus faltas, rebeliones y pecados. Esto no lo inventé yo, es un principio que la Biblia misma sugiere en Santiago 1.23-24:
"Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida como era."
¿Oyeron? Leer la Biblia es como mirar en un espejo: la cara que yo veo reflejada allí no es la de otro ¡es la mía!
Así que les pido que miren a Barrabás y se vean a sí mismos.
Imagínense lo que sería esperar en una celda, oscura y fría, junto con otros dos prisioneros, sabiendo que la condena de muerte que has recibido es bien merecida, al fin y al cabo, eres un rebelde, un ladrón y un homicida.
Se están preparando tres cruces, una para tí y dos para tus compañeros, y tú, como el prisionero famoso, seguramente serás crucificado en el medio.
Pero, de repente te llegan noticias de que en otras Pascuas - la temporada en que estamos - Pilato ha soltado a un prisionero, a quien el público ha pedido. Y el milagro es que la turba está gritando tu nombre, que quieren a Barrabás!
¿Será verdaderamente posible que puedas escapar esta muerte tan terrible?
Ya tú te has estado imaginando la agonía que te espera, pues tú has visto a otros morir crucificados. Sabes bien que antes de ser crucificado, sería azotado. Los soldados romanos usarían ese látigo de cuero, al cual le han puesto trozos agudos de metal y hueso. Los judíos solamente darían 39 latigazos, pero los romanos ni los contarían. Cuando el primer soldado se cansara, le daría el látigo al otro, y este a otro…
Sabes bien que muchos ni siquiera sobrevivirían el azotamiento, cada latigazo corta la carne y a veces no sólo azotan en la espalda, sino que permiten que el látigo de vuelta al cuerpo, al frente y a la cara, de tal manera que algunos quedan irreconocibles.
Después del azotamiento, la agonía de ser clavado a una cruz, por las manos y por los pies, no parecía ser tan intensa.
Te darían algún vino fuerte para anesteziarte para que no sintieses tanto la agonía, y a pesar de todo esto tú sabes que muchas veces una persona duraba en esta agonía dos o tres días antes de morir.
Y ahí, colgando en un cruz, con todos los huesos de tu cuerpo dislocados, vendría una terrible fiebre, de tal manera que te parecería que ibas a morir de sed, suspendido entre el cielo y la tierra, sin poder tocar ni el uno ni el otro. Esa es la muerte que te espera!
Pero, de repente viene la palabra, y esta vez es oficial, que la multitud ha pedido que seas liberado y el mismo Pilato ha dado la orden de que te suelten. ¡Vas a ser libre, Barrabás, libre!
Sin embargo, oyes entre toda la conmoción que mientras que tú vas libre, otro hombre va a ir a la cruz que fue preparada para tí, un tal Jesús, llamado el Cristo. De lo que tú oyes, él no ha hecho nada malo, sin embargo, aún en este momento él está recibiendo los azotes que te tocaban a tí, y más tarde llevará tu cruz al lugar de la Calavera, llamado también Gólgota. Pero, ¿y qué importa, Barrabás? ¡Eres libre!
Pero no tan fácil podrás borrar a este otro de tu mente. Te das cuenta que este es tu substituto. Si tu hubieras muerto, el culpable, él quedaría libre. Pero, como tú vas libre, él tiene que morir. El llevará tus azotes, el morirá en agonía y sufrimiento en tu lugar.
Además, te das cuenta de que no tuviste ningún mérito, no te soltaron por bueno. No había nada en tí que hubiese inspirado a otro a morir en tu lugar.
Pero, el milagro es que cuando este otro muera en tu lugar, ya nunca más te podrá tocar la ley, lo romanos tienen un precepto, un hombre no puede ser juzgado dos veces por el mismo crimen. Así es que cuando Jesús muera tú quedarás
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