Barack Obama

La figura de Barack Obama ha emergido en el escenario mundial con fuerza y poder de convencimiento basándose en un discurso potente y persuasivo, apelando a la esperanza y al poder del individuo como base para el gran cambio a realizar tanto en la sociedad norteamericana, como en el manejo de las relaciones diplomáticas de USA, al mismo tiempo que se comienza a “limpiar” la imagen de Estados Unidos en el contexto mundial.

Ofrece apoyo y muestra solidaridad. Suele gozar de muchas simpatías dentro del grupo las cuales desdibujan y ocultan las acciones frente a la tarea, pudiendo ser una escenificación que oculten otras acciones implícitas que, siendo prioritarias, pasan conscientemente a un plano secundario para el gran grupo: aborto, seguridad, terrorismo, economía.

Algunas de sus características:

Popularidad: La gente ve en él la opción de salir adelante en esta crisis existencial del ciudadano americano. Así, la gente lo sigue, viéndolo como el mesías.

Inteligencia: B.O ha demostrado una gran inteligencia a través de su fluidez verbal, su sintaxis precisa y un lenguaje muy apropiado, asociado a su sobrada agilidad en sus pensamientos, bien organizados y secuenciados. Él domina el tiempo, el orden y la secuencia de sus discursos, sea cual sea la situación. Controla la atención de la audiencia, posee y demuestra una concentración precisa y buena memoria en el trabajo.

Deseo de destacar: Su actuación tiene como único objetivo el “ser el único”. Esto asociado a sus estudiadas poses, su presentación solidaria, y sus “desnudos” de torso. Cualquier acción que él ha desarrollado ha sido planificada como única, novedosa y genial.

Originalidad: Debido a ser el primer presidente afroamericano (negro), ha causado un sentimiento de originalidad, la gente detecta ese “algo especial”, siendo un hito de inflexión en la historia de la humanidad.

Barack Obama trata a las personas como adultos, reconociendo que como adultos pueden encarar la realidad. Les pide responsabilidad y sacrificio para afrontar dichos problemas pero, por otro lado, les ofrece esperanza y soluciones concretas, y les demuestra, con ejemplos de la propia historia norteamericana, que se puede superar la actual crisis. Los comportamientos de su Gobierno son coherentes con su ética, tejida de transparencia, responsabilidad y la clara idea de que el Gobierno existe para servir al pueblo y no viceversa, porque sólo así, como ha dicho en su discurso de inauguración, “…se puede recuperar la confianza vital entre un pueblo y su Gobierno”.

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