Barbara Hugas
Enviado por FBarbaraH • 1 de Abril de 2013 • 5.324 Palabras (22 Páginas) • 333 Visitas
Etica ambiental en la industria
ETICA AMBIENTAL[1]
Álvaro González Gervasio
1. Introducción y contenido.
Se asiste en diversos ámbitos a un retorno a la filosofía como herramienta para resolver problemas prácticos y, en el marco de ella, a la ética como una reflexión necesaria sobre nuestro ser y nuestro hacer en el mundo. La ética ambiental es uno de los temas que figura en todo programa de Educación Ambiental.
Este documento presenta algunos conceptos sobre el tema, guiándose por tres ideas fundamentales. Una es que la ética ambiental es una rama de la ética, como estudio de la filosofía, por lo que considerarla un “cómo-portarse-bien-con-el-ambiente” sería caer en una simplificación que, entre otras cosas, es inconducente a la hora de plantearnos cómo actuar –especialmente nosotros los educadores- en medio de la crisis ambiental en que vivimos. La otra es que un estudio de postgrado, especialmente en un área tan controversial como la ambiental, requiere que se presente y discuta la mayor diversidad de planteos existentes. Conocer lo que otros piensan –además de ser más entretenido que escuchar el discurso monocorde de los que piensan como yo- me ayuda, entre otras cosas, a enriquecerme con puntos de vista que desconocía e, incluso, a encontrar puntos por donde combatirlos mejor. La tercera, que se trata más bien una pauta metodológica, es que, tratándose de un tema nuevo, opté primero por conseguir insumos y luego hacer conversar a diferentes autores, pasándolos por el filtro de mis propias opiniones, procurando generar alguna idea novedosa y, en lo posible, polémica. Sin dejar de lado el corazón (sería imposible para quienes somos ambientalistas) procuré lo más posible que esto no se transforme en un manifiesto o una declaración.
El desarrollo del tema lo presento en siete items. En el primero (item 2) me refiero a que se entiende por ética. En el segundo (item 3) menciono de qué forma se llega a la configuración de la ética ambiental, como un campo nuevo, por el que se amplían los alcances de la ética a la relación de los seres humanos con otros seres e incluso con el mundo inorgánico. Las posiciones más relevantes acerca de la ética ambiental, en cuanto a su origen, fundamentos y planteos, son presentadas en el item 4. En las dos secciones siguiente me detengo en el pensamiento de dos autores –Hans Jonas y Murray Bookchin- con quienes tengo una afinidad primaria en el tema. En el item 7 reflexiono acerca del lugar de la ética en mi actividad, haciendo una retrospectiva de la misma y una aproximación al presente, invitando a la vez a que cada estudiante del curso de Educación Ambiental de CLADEAD realice lo propio.
2. ¿Qué es la ética?
A partir de su raíz (“ethos”,significa “costumbre”), la ética ha sido definida como la teoría o la ciencia del comportamiento moral de los seres humanos en sociedad. Así como otras palabras de origen griego que terminan en el mismo subfijo –tales como política, técnica- la ética hace referencia a una actividad práctica, de modo que es un saber de la praxis. Además de esta naturaleza antropológica, la ética contempla una naturaleza ontológica, dado que se ocupa del posicionamiento del individuo en la vida, lo que implica reflexión, apreciación de valores y elección. La ética se liga entonces al concepto de libertad relativa, de modo que tanto el determinismo de los factores externos como la libertad absoluta e incondicional la niegan.
Ética y moral son a veces tratadas como sinónimos. Sin embargo, y a pesar de la proximidad entre ambas, conviene precisar que no son lo mismo. Mientras la ética tiene un fuerte componente de reflexión construida y reconstruida constantemente por el ser humano, a partir de la cual éste se va armando una comprensión del mundo y se expresa en él, la moral alude a normas que la sociedad impone desde el exterior al individuo. Es por ello que moral se asocia normalmente a religión, aunque tampoco son sinónimos. De hecho históricamente los primeros principios morales y éticos aparecen con las religiones.
Tradicionalmente la ética ha aparecido en su carácter deontológico, referida a un conjunto de preceptos atinentes al campo del espíritu. En los últimos tiempos, los avances del conocimiento sobre la evolución y la etología han llevado a plantear que los seres humanos, al igual que otros seres vivos, tienen disposiciones sociales naturales.
3. ¿Por qué una ética ambiental?
En la década de 1960 comienzan a ser denunciados en el occidente industrializado los primeros síntomas de la crisis ambiental contemporánea, cuyos orígenes se atribuyen al modo de relación establecido por la sociedad industrial con el mundo natural. En EE.UU. “La primavera silenciosa” de Raquel Carson, de 1968, es generalmente mencionada como una obra pionera en este sentido, si bien ya en 1962, el libro menos conocido “Nuestro ambiente sintético”, de Murray Bookchin, analizaba esta situación. El ascenso de los partidos verdes en Alemania y Francia, a partir de principios de los ‘70 denota la misma preocupación. En América Latina, en cambio, la crisis ambiental se asocia al modelo de desarrollo vigente, que acentúa la dependencia política y económica y la pobreza, a la vez que se buscan alternativas en la forma armoniosa en que culturas nativas se relacionan con el medio. En suma, surge un ámbito completamente nuevo de exigencia de juicio y responsabilidad: no basta con la ética tradicional –vale decir, con respecto a las relaciones interhumanas- sino que se empiezan a descubrir también en relación con la naturaleza no humana deberes, valores, bienes, que respetar. La ética ambiental se ocupa entonces de la relación entre las sociedades humanas y la naturaleza, y procura el bienestar de ambas.
Entre otras, la ética ambiental procura responder a preguntas tales como: si la naturaleza debe ser materia moral; si existen obligaciones y deberes a los que los hombres deban adecuar sus conductas cuando se relacionan con animales, plantas o los espacios naturales en general; si la ética debe ser un objeto privativo del ser humano o debe también ser atribuida a seres no humanos, en especial los más semejantes a nosotros desde el punto de vista del desarrollo zoológico; si el origen de tales obligaciones debe estar en la naturaleza o en el propio Hombre.
Un aspecto que me parece sobresaliente de la ética ambiental, además de la ampliación –y consecuente complejización- del campo de la ética en cuanto a los sujetos implicados, es que plantea también una ampliación de la dimensiones espacial y temporal. En efecto, el conjunto de la especie humana es responsable de la Tierra entera y esa responsabilidad es hacia el futuro.
4. Posiciones respecto de la ética ambiental
La
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