Benito Juarez
Enviado por jazzmminbm • 24 de Agosto de 2014 • 1.711 Palabras (7 Páginas) • 200 Visitas
Hace 150 años -próximos a cumplirse- el 4 de septiembre de 1864, el presidente Benito Juárez arribó al desaparecido casco de la hacienda de Santa Rosa, finca rural que se localizaba hacia el sur de los terrenos que ocupa la actual mancha demográfica de la ciudad de Gómez Palacio. Eran los agitados días de la república trashumante que, a salto de mata, peregrinaba perseguida por el ejército invasor francés a través de los áridos caminos del norte de México, entre un soporífero calor y la silente soledad de sus inmensos desiertos y sabanas, atravesando ríos y cadenas montañosas a la luz del astro rey y los nacarados luceros de la noche. En su recorrido, Juárez ponderó el espíritu republicano de los coahuilenses y duranguenses liberales de La Laguna, a quienes por su férreo patriotismo después recompensó con la dotación de tierras.
LA HACIENDA DE SANTA ROSA
Propiedad del agricultor nativo de Cuencamé, Juan Ignacio Jiménez, la hacienda de Santa Rosa era un latifundio que se localizaba sobre la margen izquierda del río Nazas, en su ruta final hacia la hoy deseca Laguna de Mayrán en Coahuila. Jiménez, en sociedad con Leonardo Zuloaga, compró el 24 de abril 1848 a la familia Sánchez Navarro la hacienda San Lorenzo de la Laguna. Zuloaga, se quedó con las tierras correspondientes del lado de Coahuila, y Jiménez, con las equivalentes del lado de Durango; ambas porciones quedaron divididas por el río Nazas. Dos calles de la colonia Los Ángeles, de Torreón, llevan los nombres de estos pioneros de la Laguna. (Historia de Torreón. Autor: Eduardo Guerra,. Segunda edición, página 32. Ediciones Casán. Torreón, 1957).
La extinta casa grande de la hacienda de Santa Rosa, era una construcción de gruesos muros de adobe con altos techos de teja, como se estilaba en la mayoría de este tipo de edificaciones del campo mexicano de la época. Su aproximada ubicación se fijaba en los terrenos que ocupa, en nuestros días, el club social y deportivo denominado Centro Campestre Lagunero de la ciudad de Gómez Palacio.
La vetusta casona de la hacienda de Santa Rosa, era paso obligado del antiguo y desaparecido camino que llevaba de Saltillo a la Villa de Cinco Señores (hoy Nazas), así como de otro similar que partía hacia el norte para llegar a la población minera de Mapimí. Las caravanas de viajeros tenían que afrontar, frecuentemente, los ataques de los indios bárbaros que abundaban en la región. Las comunidades más cercanas eran la hacienda El Torreón (actualmente ciudad del mismo nombre), propiedad que fue del español Leonardo Zuloaga y la hacienda de San Fernando (Ciudad Lerdo), inmueble que perteneció al imperialista Juan Nepomuceno Flores Alcalde.
Para inicios del siglo XX, del antiguo casco de la hacienda de Santa Rosa solamente quedaban algunas de sus añejas paredes rodeadas de huizaches, mezquites, biznagas y gobernadora. En la víspera del estallido revolucionario de 1910, algunos gomezpalatinos adictos al líder Francisco I. Madero ahí se citaban para deliberar sobre el próximo alzamiento contra el gobierno porfirista, convocado por el Mártir de la Democracia; en este lugar, ocultaron bajo tierra parque y armamento. Y de ahí salieron cerca de cuarenta hombres el 20 de noviembre de 1910, rumbo a Gómez Palacio, a iniciar la revolución. (Ensayo sobre la Fundación y Desarrollo de la ciudad de Gómez Palacio. Autor: Pablo Machuca Macías. Edición de Imprenta Venecia. México. 1977).
JUÁREZ, ARRIBA A SANTA ROSA
Benito Juárez y su comitiva arribaron a la hacienda de Santa Rosa durante las horas de la tarde del 4 de septiembre de 1864. Minutos antes de llegar, habían atravesado el río Nazas de Coahuila a Durango, por el mismo sitio que metros abajo del Cerro de Calabazas transitaron Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Aldama y Jiménez, además de otros insurgentes. El traidor Ignacio Elizondo, anotó el 8 de abril de 1811 como la fecha en que cruzaron el Nazas los líderes de la independencia que, en su calidad de presos, eran conducidos con rumbo a su fatídico final en Chihuahua. (Enciclopedia de México. Director de la publicación: José Rogelio Álvarez. Tomo 12, página 339. Edición de Impresora y Editora Mexicana, S.A. de C.V.)
La carroza negra que lo condujo durante su errabundo peregrinar por los polvorientos y resecos caminos de Coahuila, llegó a suelo duranguense testa de tierra jalada por unos sudorosos equinos que bufaban cansancio, en la misma lo acompañaban sus ministros Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias y Guillermo Prieto, así como la tropa que los custodiaba.
Juárez, descendió del carruaje vistiendo su camisa blanca y su negro traje de levita con corbata, los que siempre usó durante su vida. Fue recibido al lado de su leal comitiva con atónita curiosidad y entusiasmo por los habitantes de la hacienda, quienes les asignaron las mejores habitaciones de la austera edificación, no había elegancias y confort en la única finca inserta en aquel yermo paisaje lagunero. Así vivió casi todo su trayecto la república itinerante que era constantemente hostigada por las carencias, las inclemencias climatológicas, las incomodidades y los angustiantes peligros.
Los moradores de Santa Rosa sabían como todos los habitantes del país que eran gobernados por un hombre al que llamaban "Presidente de México", pero
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