Benito Juarez
Enviado por sackpanher • 23 de Marzo de 2015 • 752 Palabras (4 Páginas) • 181 Visitas
Juárez, tu nombre como símbolo recorre el mundo. Dos siglos son dos días que anunciaron la prosapia de tu nacimiento, tu camino irredento por la patria dadora de voces, que compendian todos los lenguajes predestinaba el rumbo del coloso.
En Durango eres el padre guiador de impulsos, de los que buscan el numen que se encierra en las aulas. Le entregas tu nombre a la cuna infinita de la ciencia de nuestra Alma Mater, donde la juventud frente a tu esfinge siente la caricia de tu mano que se expande sincera hacia los cuatro vientos.
De las vértebras añiles adosadas al pellejo dela Sierra de Ixtlán, barro negro de Oaxaca, manos de filigrana de los dioses de antaño en hechizo forjaron el molde único para darte su sangre. San Pablo Guelatao universal fragua. Semilla límpida de maíz milenario, planta taumaturga para resarcir el hambre de la desierta raza. Así tu nacimiento padre de las leyes, de todos los conceptos. Indio zapoteca sin otros hilvanes, raza pura como el viento que emite sus canciones en el solar de tierra dulce.
Después del desprendimiento de los padres como una astilla entre las uñas desgarra el amor filial. Por tus ojos oblicuos se miró el águila, niño mexicano cuyo atavismo no hizo mella y reclamaste el vuelo.
De tu flauta de carrizo florecieron notas que ni el cielo entendía. Los corderos balaban imitando a las nubes que iban a otras partes. Hay seres sin dueño y tú eras uno de ellos. Niñez de indio, canción de flores y arrullos, de montañas y valles, música en la boca en palabras como idilios, con la voz hecha eco en la naturaleza.
Huye Benito...tu itinerario está marcado en las líneas del héroe. Solo tú entendiste el lenguaje puro con que habla la patria. Tus pies descalzos probaron camino, el polvo cubre, acoraza el intento y protege el alma. Oaxaca, sueño que llama, con el amor materno delas grullas, voz aterciopelada, te recibe en su regazo de matrona, y les presta a tus ojos un puñado de sueños vivos.
Así se empalagaban en la ciencia oculta ese mundo de letras doblegaba las redes en el viejo seminario. Noches de insomnios, graves, templaron tu espíritu al estudio, y la doctrina te conlleva al instituto de ciencias y arte. La abogacía se incrustó en tus venas, el amor por la igualdad y la confianza. Ir destilando leyes como si fueran hijos. Benito, chispa que resurge cuando la patria estaba en duelo. Transformación del hombre floración de su estirpe, clamor original de la superación del ser. Espiga dorada, pétrea columna que no derriba nadie, ni las adversidades ni las ocultas letras de los complejos libros. Con voz fuerte necesaria y la verdad acuestas, Guillermo Prieto ante el acoso de los rifles que te apuntaban ,dijo: Los soldados mexicanos no asesinan y seguiste adelante en desafío perenne ante el retrato mutilado de la México.
Supiste de las celdas inundadas de San Juan de Ulúa, de caminos lejanos en la Habana y Nueva Orleans.
...