Biografia De Alfredo Espino
Enviado por Yiyi97 • 16 de Abril de 2014 • 351 Palabras (2 Páginas) • 363 Visitas
Alfredo Espino
(08/01/1900 - 24/05/1928)
Alfredo Espino
Poeta salvadoreño
Nació el 8 de enero de 1900 en Ahuachapán. Fue el segundo de los ocho hijos del poeta Alfonso Espino y de la educadora Enriqueta Najarro.
Cursó estudios en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, donde se graduó de doctorado con su tesis Sociología estética (1927).
Colaboró en las revistas Lumen y Opinión Estudiantil, al igual que los periódicos La prensa y Diario del Salvador. Solamente escribió 96 poemas que se reunieron en JÍCARAS TRISTES en 1930, dividido en seis partes: Casucas, Auras de Bohío, Dulcedumbre, Panoramas y Aromas, Pájaros de Leyenda y El Alma del Barrio.
Con una poética delicada, presentó con un estilo sencillo, fácil de captar. Sus poemas exponen el paisaje de El Salvador, exuberante.
Alfredo Espino falleció en San Salvador, El Salvador, el 24 de mayo de 1928 debido a una crisis alcohólica. Fue sepultado en Cementerio General de San Salvador, sus restos descansan en Jardines del Recuerdo, en el lugar de la cripta de los poetas.
LAS MANOS DE MI MADRE
Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.
Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!
...