Biografia Miguel De Cervantes

Don Miguel de Cervantes Saavedra nació según sus estudiosos, el día de San Miguel Arcángel, el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares (comunidad madrileña) ya que fue bautizado el 9 de octubre de ese mismo año en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor. Cervantes era de ascendencia castellana y andaluza; su padre Rodrigo era un médico-cirujano cordobés de escasos recursos económicos que siempre tuvo muchas deudas económicas y llegó estar en la cárcel cuando sus hijos eran pequeños. Su madre, Leonor de Cortinas era de una familia noble de la zona de Alcalá.

Desde pequeño, Miguel de Cervantes creció en un ambiente de mucha pobreza y vivió la miseria por la que pasaba el pueblo llano español, sobre todo en la época en que Carlos V tenía abierto muchos frentes políticos que necesitaban de muchos gastos económicos. Aún así, el joven creció junto a una madre muy cariñosa que compensaba el estado social de la familia. También quiso doña Leonor que sus hijos tuvieran una educación acorde con su ascendencia. Su abuelo Juan de Cervantes fue hombre de leyes y su padre hombre de ciencias, por lo que su madre siempre animó a sus hijos a estudiar en conventos o escuelas dirigidas por jesuitas.

Desde 1553 a 1556 la familia se instaló en Córdoba. Durante ese último año, se fueron a vivir a Sevilla y en 1566 la familia se vuelve a instalar cerca de Alcalá de Henares, en la nueva corte de Felipe II, Madrid. Miguel de Cervantes pasó a estudiar con el eremista y preceptor, Don Juan López de Hoyos en cuya escuela sería nombrado encargado del Colegio Oficial de la villa de Madrid. El mismo López de Hoyos le ayudaría en la publicación de su primera obra, una antología de poemas en honor a la fallecida reina de España, doña Isabel de Valois, una de las esposas de Felipe II. En esta época, Cervantes empezaría a profundizarse en las letras castellanas y a reunirse de maestros de la lengua. Demuestra mucho esfuerzo y aprecio de las enseñanzas recibidas y sigue las enseñanzas de Erasmo de Rótterdam mediante otros licenciados y escritores seguidores del eramismo, como fue su preceptor.

En 1569 tuvo un altercado con el caballero António de Segura y fue cogido y conducido ante la ley. Le ajusticiaron a estar recluido en una cárcel por un periodo de tiempo. Pero cansado de no conseguir fortuna ni mejorar económicamente, ingresa en el ejército de Carlos V como muchos otros jóvenes de su época. Al poco tiempo, abandona el ejército y se embarca con destino a Italia. Unos dicen que fue reclutado por Diego de Urbina como soldado y otros que al intentar subsanar el error de alistarse y no volver a ingresar en una cárcel, Miguel de Cervantes deja el país.

Una vez en Roma fue camarero del noble Giulio Acquaviva que poco tiempo después seria nombrado cardenal. Acquaviva era hijo de los duques de Atri. Con él y a veces en solitario, viaja por distintas ciudades italianas. Aprende el italiano, visita grandes palacios y admira la belleza del arte italiano; acude a fiestas sociales donde sigue con atención a los poetas y a escritores y se hace amigos dentro de grupos literarios. Lee mucha literatura italiana como autores como el famoso poeta renacentista Ludovico Ariosto (1474 – 1533). Autor de “Orlando furioso” una poesía épica; su mejor obra poética, la cual se la consideraba muy refinada

En sus andanzas italianas, Cervantes admira y se maravilla de la arquitectura de aquel país.

Durante el verano de 1570 visita Nápoles. Cansado de una vida sedentaria, acude a presentarse a una plaza de soldado de los tercios españoles que iban a luchar contra los turcos. Admitido por la milicia española nuevamente, es preparado en poco tiempo, ya que en seguida se embarca en la galera “Marquesa”. Durante el trayecto coge unas fiebres que le imposibilita para la lucha, es relegado a descansar por sus superiores; pero Cervantes quería ganarse prestigio militar y aunque enfermo, subió a la cubierta y luchó heroicamente, como fue descrito por quienes estuvieron con él. Tras la contienda, con graves heridas y con fiebre alta, es operado de gravedad. Se le extirpa una mano y queda manco, ganándose el apodo del: “Manco de Lepanto”. Aún viéndose incapacitado para proseguir en batallas, una vez recuperada la salud, vuelve a incorporarse en el ataque de Navarino de 1572. Se embarca en 1574 hacia La Goleta (Túnez) y lucha para defender la ciudad. En septiembre del año siguiente se embarca con su hermano Rodrigo en Nápoles para poder regresar a España. Consigo lleva cartas de recomendación de dos importantes hombres: de Don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V, conocido general y de Don Gonzalo Fernández de Córdoba, III duque de Sessa y de Terranova. Cervantes espera que estas credenciales le abrieran las puertas a ser nombrado capitán.

Durante la travesía hacia nuestro país y surcando las costas francesas, la mala fortuna se ciñe sobre las galeras españolas a causa de un fuerte oleaje y posteriormente fueron atacados por corsarios argelinos que los capturaron para ser enviados a

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