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Biografia Roque Rojas


Enviado por   •  27 de Junio de 2012  •  5.384 Palabras (22 Páginas)  •  1.778 Visitas

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LA SEGUNDA VENIDA DEL PROFETA ELÍAS SOBRE LA TIERRA COMO ROQUE JACINTO ROJAS ESPARZA.

Era necesario referirnos a la vida de Elías de Tisbe, pues con base en ella podremos comprender su segunda venida.

Antes de comenzar con la explicación, precisaremos que con el fin religioso que demanda nuestra asociación, se harán transcripciones bíblicas de la Sagrada Biblia Traducida de la Vulgata Latina al Español, y en su caso, después de cada una se señalara la cita correspondiente en la antigua versión de Casiodoro de Reyna (1569).

De acuerdo a las escrituras, el Altísimo señaló al profeta de fuego para restablecer las tribus de Israel, lo que consta en Libro del Eclesiástico 48:1,7-12:

“48:1. Levantóse después el profeta Elías como un fuego, y sus palabras eran como ardientes teas”.

“48:7. Tú oíste en el monte Sinaí el juicio del Señor, y en el de Horeb los decretos de su venganza.

48:8. Tú ungiste, o consagraste, reyes para que castiguen a los impíos, y dejaste después de ti profetas sucesores tuyos.

48:9. Tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego sobre una carroza tirada de caballos de fuego.

48:10. Tú estás escrito en los decretos de los tiempos venideros para aplacar el enojo del Señor, reconciliar el corazón de los padres con los hijos, y restablecer las tribus de Jacob.

48:11. Dichosos los que te vieron y fueron honrados con tu amistad;

48:12. porque nosotros vivimos sólo esta vida momentánea; mas después de la muerte no será nuestro nombre como el tuyo”.

La misma profecía se revela en Malaquías 4:1-6 (Mal. 4:1-6):

“4:1 Porque he aquí que llegará aquel día semejante a un horno encendido, y todos los soberbios y todos los impíos serán como estopa; y aquel día que debe venir los abrasará, dice el Señor de los ejércitos, sin dejar de ellos raíz ni renuevo alguno.

4:2 Más para vosotros los que teméis mis santo Nombre nacerá el Sol de Justicia, debajo de cuyas alas o rayos está la salvación; y vosotros saldréis fuera, saltando alegres como novillos de la manada;

4:3 Y hallaréis a los impíos, hechos ya ceniza debajo las plantas de vuestros pies, en el día en que obraré, dice el Señor de los ejércitos;

4:4 Acordaos de la ley de Moisés, mi siervo, que le intimé en Horeb para todo Israel, la cual contiene mis preceptos y mandamientos,

4:5 He aquí yo os enviaré el profeta Elías, antes que venga el día grande y tremendo del Señor.

4:6 Y él reunirá el corazón de las padres con el de los hijos y el de los hijos con el de sus padres; a fin de que yo en viniendo no hiera la tierra con anatema”.

La segunda venida de Elías también fue prevista por el Hijo de Dios en el Evangelio de Marcos 9:10-11.

“9:10 Y le preguntaron: ¿Pues cómo dicen los fariseos y los escribas que ha de venir primero Elías?

9:11. Y él les respondió: Elías realmente ha de venir antes de mi segunda venida y restablecerá entonces todas las cosas; y como está escrito del Hijo del hombre, ha de padecer mucho y ser vilipendiado”.

Idénticas palabras se asientan en Mateo 17:10-11 (Mt. 17:10-11):

“17:10 Sobre lo cual le preguntaron los discípulos: ¿Pues cómo dicen los escribas que debe venir primero Elías?

17:11. A esto Jesús les respondió: En efecto, Elías ha de venir antes de mi segunda venida y entonces restablecerá todas las cosas”.

De acuerdo a las promesas bíblicas, Elías debía cumplir una segunda venida a la tierra, ya que el Altísimo le había encargado la importante misión de reestablecer las tribus de Israel, volver el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacía los padres y preparar el camino para la segunda venida del Rey; en esa tesitura, el profeta de Tisbe desde el Seno de Abraham (el lugar santo donde moró después de ser arrebatado al cielo), vino a la tierra con el nombre de Roque Jacinto Rojas Esparza, reduciendo su cuerpo en átomos y moléculas dentro del vientre de la otomí Dolores Isabel por mandato y poder de Dios, para cumplir sus designios y pasar por el estadio de la muerte del cuerpo terrenal (pagar su tributo a la tierra), pues Elías no murió, sino que subió en cuerpo y alma al cielo en un carro de fuego.

Para una mayor explicación, nos referiremos a la misión de Elías que fue expresada por el Hijo de Dios Jesús de Nazareth, en el siguiente pasaje (Marcos 9:11 y Mateo 17:10-11): "Elías realmente ha de venir antes de mi segunda venida y restablecerá entonces todas las cosas;", de las palabras del maestro de la paz, desprendemos que Elías debe venir primero y "restablecer las cosas" antes de que él llegue; por si fuere necesario demostrar las palabras del Señor Jesús, la misión de "restablecer las cosas" se cumplió en primer lugar en Juan el Bautista, pues éste venía con el espíritu de Elías tal cual fue dicho por el Arcángel Gabriel, en la anunciación de su nacimiento a Zacarías según se observa en Lucas 1:13-17 (Luc.1:15-17) :

“1:13. Mas el ángel le dijo: No temas, Zacarías, pues tu oración ha sido bien despachada; tú verás al Mesías; y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan;

1:14. el cual será para ti objeto de gozo y de júbilo; y muchos se regocijarán en su nacimiento,

1:15. porque ha de ser grande en la presencia del Señor. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar, y será lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,

1:16. y convertirá a muchos de los hijos de Israel al Señor Dios suyo.

1:17. delante del cual irá él revestido del espíritu y de la virtud de o celo de Elías para reunir los corazones de los padres o patriarcas con los de los hijos y conducir los incrédulos a la prudencia y fe de los antiguos justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto”.

Empero, el hecho de que Juan el Bautista tuviere que cumplir con el encargo de Elías, ello no implicaba que éste fuera el profeta, lo cual quedó demostrado con su aseveración que consta en el Evangelio de Juan 1:20-23 (Jn 1:20-23) :

“1:20. Él confesó la verdad, y no la negó; antes protestó claramente: Yo no soy el Cristo.

1:21. ¿Pues quién eres?, le dijeron: ¿Eres tú Elías? Y dijo: No lo soy. ¿Eres tú el profeta? Respondió: No.

1:22. ¿Pues quién eres tú, le dijeron, para que podamos dar alguna respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?

1:23. Yo soy, dijo entonces, la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor: como lo tiene dicho el profeta Isaías”.

No es óbice a lo anterior, que el Unigénito de Dios se haya referido al Bautista como si fuera Elías, Marcos 9:12 (Mr. 9:13) :

“9:12.

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