Biografia....

Mi otro a los 5 años

Aún recuerdo a ese niño que apenas se enseñaba a andar en bicicleta tendría a lo mucho 6 años, su mama le daba algunas lecciones de cómo manejar y controlar la bicicleta, tal vez el niño no entendía por completo esas palabras, pero si comprendía que tenía que aprender a operar la bicicleta. El dice en todo momento a su mama que no lo suelte, pues su miedo de ir en el camino solo se reflejaba en sus ojos. Yo que me encuentro en una esquina de la calle lo saludo, y él me voltea a ver, pero en eso pierde el control de la bicicleta y empieza a llorar. En lo que llega su mama para auxiliarlo yo me acerco a él y le doy mi mano para que se levante en eso medio sonríe y levanta su bicicleta. En eso yo le digo: por muy duro que sean las caídas debes saber levantarte y aprender de ellas, tal vez no sepas quien soy yo pero t diré que yo soy tu y estoy aquí para decirte no lo que va pasar en tu futuro, lo que para mí es mi pasado te pido por favor que no mueras tus sueños ni te olvides de ellos, para que cuando tengas mi edad sepas tomar las decisiones correctas y no tengas miedo ante la vida y ante el miedo que te rodea. En eso el me abraza de una manera inexplicable, puedo sentir su cariño por lo que le digo que es hora de partir, pero que por siempre viviré dentro de él de repente se refleja una sonrisa de alegría y con su manita solo le resta decirme adiós.

Mi otro yo a los 60 años

Para ser franco ni siquiera logro imaginarme cómo es que seria a los 60 años, si de repente fuera caminando por la ciudad y me llegara a rosar con mi otro créeme no me percataría, probablemente él es quien daría el primer paso para que yo me diera cuenta de su presencia. Supongamos que así fuera. No sé como reaccionaria, se que se me vendrían tantas preguntas a la cabeza , y aunque parezca extraño tendría miedo de lo que me pudiera decir, siento que ya no tendría sentido la vida si me contaran que es lo que ya vas hacer de tus triunfos de tus caídas de los momentos más felices de los más tristes. Mejor prefiero descubrirlo por mí mismo. Y nuca encontrarme a ese otro.

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