Cesar Vallejo
Enviado por SilverMoon • 17 de Agosto de 2011 • 250 Palabras (1 Páginas) • 1.032 Visitas
¿Ud. cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía?. Estas palabras constituyen una de las muchas críticas que el ahora llamado Poeta Universal recibió en vida, y le pertenecen nada más y nada menos que a Clemente Palma, personalidad de las letras peruanas en la época en que Cesar Vallejo era un oscuro poeta provinciano, de aspecto enfermizo y ceño fruncido (el mismo que ostenta en la ya clásica fotografía que ilustra esta página), con motivo del envío (desde su natal Santiago de Chuco) del "Poema a mi amada":
Amada, esta noche tú te has sacrificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.
No es de extrañar, pues, que el mismo Vallejo manifestara: Volveré al Perú sólo cuando quede piedra sobre piedra. Pese a ello, sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse tal como lo dispuso su amada Georgette (la misma con quien mantuvo una tormentosa relación marital en los últimos cuatro años de su vida) (1).
Sin embargo, la muerte nos regala milagros de vez en cuando; milagros como "Poemas humanos", "Trilce" o "España, aparta de mí este cáliz". Es que la escalada del "Cholo" por las escarpadas pendientes del dolor humano es una suerte de acrobacia suicida, de salto al abismo; y la ruptura formal acompaña el desgarro de un alma enferma de todo, del mundo y de sí misma.
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