Conferencias Internacionales para la Promoción de la Salud

Conferencias Internacionales para la Promoción de la Salud

En la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, patrocinada y organizada conjuntamente por la OMS y la UNICEF, en Alma-Ata 1978 se adoptó Salud para todos en el años 2000 como una meta universal y la Atención primaria de Salud como una estrategia para alcanzarla, estas se convertirían en las bases fundamentales para el desarrollo de la salud en el mundo, reafirmando a la salud como un derecho humano, constituyendo su consecución un objetivo social esencial de suma importancia.

En esa misma reunión se evidenció la preocupación por las graves desigualdades existentes en el Estado de Salud de las poblaciones, especialmente entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, el papel de la promoción y protección de la salud para un avance económico y social sostenible, la participación de la población en su atención a la salud, la adecuación de los servicios a las necesidades, las expectativas y cultura de la población, y la necesidad de una base financiera que garantice la sostenibilidad de los servicios de salud, con prioridad a las poblaciones más vulnerables.

Teniendo este gran precedente se fueron estableciendo nuevas bases de la Promoción de la Salud clarificando su definición, la misma que implica romper con el paradigma biomédico y acercarse al nuevo paradigma emergente por el cual se confiere el poder a la ciudadanía para mejorar y ejercer control sobre los determinantes de su propia salud (empoderamiento).

Es así que en la conferencia internacional de Promoción de la Salud realizada en Ottawa, Canadá, en 1986 se propone las estrategias y ejes temáticos necesarios para una participación multisectorial en salud, así como el desarrollo de nuevas actitudes y habilidades que permitan la reorientación de los profesionales y servicios de salud.

Posteriormente la IV Conferencia internacional de promoción de la Salud Yakarta; Indonesia 1997 mediante su “Carta de la Acción”, identificó cinco prioridades para encaminar la Promoción de la Salud hacia el siglo XXI dirigiéndola hacia el mejoramiento de la calidad de vida lo que redundaría en un bienestar colectivo.

En todo centro laboral público o privado se ha asimilado a la Promoción de salud de diferentes formas, y a diferentes niveles. A nivel central la descentralización ha permitido una sinergia mayor de los entes regionales para la adecuación de las distintas políticas, en este caso de promoción, y la toma de decisiones de acuerdo a sus realidades. Sin embargo como todo tiene sus pro y sus contras la Promoción de Salud es muchas veces utilizada con fines demagógicos por las distintas autoridades o en el caso de la toma de decisiones se rige a intereses particulares y en otros casos la asignación presupuestaria es insuficiente para Salud, lo cual

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