CÓMO DESCUBRIMOS EL PETRÓLEO
Enviado por luzandro • 21 de Abril de 2014 • 7.174 Palabras (29 Páginas) • 312 Visitas
ISAAC ASIMOV
CÓMO DESCUBRIMOS EL
PETRÓLEO
EDITORIAL MOLINO - BARCELONA
COLECCIÓN CÓMO DESCUBRIMOS...
En cada uno de los libros de esta colección dedicada a la historia de la ciencia, se
destaca el proceso que llevó al descubrimiento de un determinado hecho científico.
ESPACIO
ENERGÍA NUCLEAR
ORÍGENES DEL HOMBRE
NÚMEROS
ÁTOMOS
PETRÓLEO
AGUJEROS NEGROS
COMETAS
Título original: Oil
© Texto: Isaac Asimov, 1977
Scan, ocr y revisión: Ren
Corrección: Xixo
© Ilustraciones: Longman Group Limited, 1982
© EDITORIAL MOLINO - Barcelona, 1984 de la versión española.
Ilustrado por Bob Chapman y Janos Marffy.
Cubierta diseñada por David Brown.
Traducido por Diorki.
Publicado en lengua castellana por
EDITORIAL MOLINO - Calabria, 166 - 08015 Barcelona - España
Impreso en España - Printed in Spain
por Limpergraf, SA - c/ del Río, 17, nave 3
Ripollet (Barcelona) - España
ISBN 84-272-5466-0
Índice
Índice .......................................................................................................................... 4
1.- La formación del petróleo................................................................................... 6
2.- Usos primitivos del petróleo ................................................................................ 9
3.- La combustión del petróleo ................................................................................. 13
4.- La creciente importancia del petróleo ........................................................... 18
5.- El futuro del petróleo ........................................................................................ 22
A Marilyn Infeld Kass, Donna
Gassen y Barbara Coleman, alegres
hipodermicistas.
1.- La formación del petróleo
Hace cientos de millones de años, los océanos estaban habitados por organismos
vivos muy sencillos. Todavía no existían los peces (no había merluzas, ni tiburones, ni
langostas), sino tan sólo animales y plantas unicelulares en abundancia.
Estos organismos primitivos contenían ya grasas y aceites, lo mismo que nuestro
cuerpo. Las grasas y los aceites están formados por tres tipos de átomos: carbono,
hidrógeno y oxígeno.
Cuando varios de estos átomos se unen, forman una estructura muy pequeña que
recibe el nombre de «molécula». Una molécula de grasa o de aceite está compuesta, por
tanto, por una cadena de átomos de carbono. Estas cadenas pueden ser cortas, por
ejemplo, de tan sólo 4 átomos de carbono, o muy largas, de hasta 24. A cada átomo de
carbono se unen, a su vez, átomos de hidrógeno (por lo general, en número doble que
el de átomos de carbono). Por último, en un extremo de la cadena se sitúan 2 átomos
de oxígeno.
Si un organismo unicelular se come a otro, este último es engullido y digerido por la
célula. Durante este proceso, las moléculas son separadas, pero los fragmentos vuelven
a unirse, aunque de una manera
ligeramente diferente, dando así lugar a la
formación de nuevas moléculas de grasa.
Cuando un organismo unicelular
muere por cualquier otra causa, sus restos
suelen ser devorados, más tarde o más
temprano, por otro animal.
Así pues, las moléculas se separan
y se unen en un ciclo constante. Los seres
vivos comen o son comidos, y mientras unos
nacen, otros mueren; los átomos, en cambio,
son utilizados una y otra vez.
Cuando una célula muere y cae al
fondo del mar en una zona poco profunda,
es posible que quede cubierta por la arena
antes de que otro animal la descubra y la
devore. También en este caso, las
moléculas se separan y se unen, pero a un
ritmo mucho más lento. El calor, la presión
o las reacciones químicas de la arena son
los responsables de tales cambios, que –sin
embargo– difieren de los que originaría la
intervención de un ser vivo.
Uno de estos cambios afecta
directamente a las moléculas de grasa: se
separan los 2 átomos de oxígeno de uno de
los extremos de la cadena molecular, la cual
se queda sólo con los átomos de hidrógeno.
La sustancia resultante, compuesta
únicamente por átomos de hidrógeno y de carbono, recibe el nombre de
«hidrocarburo».
A veces sucede también que las cadenas de carbono se rompen, originando
moléculas con 3, 2 o incluso 1 átomo de carbono, mientras que en otros casos se
produce el fenómeno contrario; es decir, varias cadenas se unen para formar otra más
larga.
Por supuesto, las moléculas no siempre están intactas, sino que en ocasiones se
encuentran tan sólo trocitos de origen diverso y hasta anillos de átomos de carbono. De vez
en cuando se «cuelan» átomos de otro tipo, por ejemplo, de nitrógeno o de azufre. Esto
constituye, sin embargo, una excepción; en la mayoría de los casos, las células enterradas
experimentan una serie de cambios muy complejos que las convierten en moléculas de
hidrocarburo de diversa índole.
Las propiedades de estas moléculas dependen en parte de la longitud de la cadena
de carbono. Si la molécula contiene solamente de 1 a 4 átomos de carbono, la sustancia
resultante es un gas. Si lo metiéramos en una botella, su aspecto sería idéntico al del
aire, y si lo destapásemos se escaparía inmediatamente.
Las moléculas que poseen cadenas más largas, a partir de 5 átomos de carbono, se
convierten en líquidos. Metidas en una botella, presentan el mismo aspecto que el agua,
aunque el olor y las propiedades son, por supuesto, diferentes.
Los hidrocarburos líquidos se evaporan con suma facilidad. Por ello, si los
vertemos en un recipiente, el líquido se convierte en gas y se mezcla al instante con el
aire, es decir, se evapora. Si
calentamos ligeramente el líquido, la
evaporación será aun más rápida.
Cuanto más larga es una
cadena de carbono, tanto más lenta
es la evaporación y tanto más calor
hay que aplicar para acelerar dicha
evaporación.
Cuando se calienta un
hidrocarburo líquido, al llegar a una
temperatura determinada comienza a
hervir. Esta temperatura
...