Dr. José Witremundo Torrealba
Enviado por maestracciandre • 12 de Diciembre de 2013 • 1.791 Palabras (8 Páginas) • 387 Visitas
Dr. José Witremundo Torrealba
El Dr. José Witremundo Torrealba es el tercero de los doce hijos del Dr. José Francisco Torrealba y de Doña Rosa Tovar de Torrealba. Nació en Zaraza, estado Guárico, el 3 de noviembre de 1935.
Realiza sus estudios de primaria en la Escuela "Francisco Aranda" de San Juan de los Morros, lugar donde la familia Torrealba Tovar se había mudado a finales de 1941, en búsqueda de mejores condiciones para el ya numeroso grupo familiar. En esa misma ciudad estudia hasta tercer año de educación secundaria en el Liceo "Juan Germán Roscio" y culmina sus estudios de bachillerato en Caracas, en el Liceo "Fermín Toro".
Para esa fecha, 1954, la Universidad Central de Venezuela funciona irregularmente por presiones políticas y decide viajar al exterior, a realizar estudios de Medicina en la Universidad de Sao Paulo, Brasil, una de las mejores y más exigentes de la época, donde pronto se destaca por su dedicación al estudio y despierta la admiración de compañeros y profesores, entre ellos los expertos parasitólogos el Dr. Dacio Franco Do Amaral y el Dr. Luis Rey. Se gradúa de Médico Cirujano en 1959, con excelentes calificaciones y varias distinciones.
Realiza estudios de Medicina Tropical en la Universidad de Sao Paulo, antes de volver al país en 1960, cuando revalida su título de Médico Cirujano en la Universidad Central de Venezuela. En 1970 obtiene el título de Doctor en la Facultad de Medicina de la misma universidad, para lo cual presenta la tesis: "Observaciones sobre Diagnóstico, Terapéutica y Evolución de la Leishmaniasis visceral humana y canina".
Contrae matrimonio con la Dra. Junia Chaves, brasileña, profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carabobo, de cuya unión nace su hijo Carlos Francisco.
Su obra podemos considerarla desde tres áreas específicas, en el terreno universitario, en el campo de la investigación y como vocero científico ante el mundo. En todas ellas se destaca por su elevada condición humana, su gran preocupación por las injusticias sociales y por las condiciones de la educación en el país.
Como universitario, poseía una sólida formación científica para impartir el conocimiento y dotes especiales como pedagogo, además de una profunda preocupación por el funcionamiento de nuestras universidades.
Desde el año 1960 se incorpora como profesor en la Cátedra de Parasitología de la Universidad de Carabobo, junto al profesor Antonio Dacio Franco Do Amaral, quien había venido al país a fundar el Departamento de Parasitología en dicha Universidad.
Se dedica a la actividad docente con apasionado entusiasmo y pasa a desempeñarse como jefe de la Cátedra de Parasitología en 1964. Aquí impulsa y moderniza la enseñanza en el área, se crean laboratorios de investigación, se funda una biblioteca de consulta actualizada para la época, mantiene hacia el estudiantado una actitud de compañerismo, de respeto y sirve de modelo con su conducta ejemplar.
Dedicó especial atención a los trabajos de campo, procurando que los estudiantes no solamente estuvieran en contacto con los enfermos en su medio, sino que vieran directamente la realidad socioeconómica del país.
Su Trabajo como Profesor
Como profesor dio lo mejor de sí a sus alumnos, quienes siempre lo recuerdan con afecto y admiración. Decía tener un gran conocimiento de nuestro medio, lleno de tantas incongruencias e injusticias.
Preparó abundante material, teórico y práctico, para ser utilizado en la docencia universitaria, asesoró numerosos trabajos de investigación para tesis y ascensos de profesores y realizó innumerables viajes al campo, al medio rural en tareas de investigación y de extensión, con asistencia directa a los pobladores de esas zonas.
Pensando en las deficiencias de nuestras universidades, decidió participar directamente para impulsar cambios, y así colabora en funciones administrativas en la Universidad de Carabobo, hasta ser electo Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, cargo que desempeñó hasta el día de su muerte.
Se preocupó profundamente por los graves problemas que confrontan las universidades en el país, la falta de amor por la Institución de las personas que laboran en su seno, la falta de ética y de principios morales de muchos de sus dirigentes y de cierto número de profesores, el despilfarro de los bienes que deben ser utilizados para mejorar las condiciones docentes y de investigación de nuestras casas de enseñanza superior, la aprobación de privilegios con el único objeto de otorgar prebendas económicas, aún en perjuicio del presupuesto de las universidades.
Sus ideas en este sentido fueron expuestas en las múltiples conferencias y foros donde participaba y en artículos periodísticos, que aparecen recopilados en dos tomos, titulados: Voces para Sordos II, editados en 1984.4,5 En estos artículos hace consideraciones sobre: Universidad, política y politiquería, Investigación en las Universidades y en el área de la salud, Cupo o admisión de nuevos alumnos a las Universidades, Elecciones en las Universidades, Autoridades y sanciones, Formación de personal docente y de investigación, Educación y desarrollo, Sociedad y Universidad, Salud en Venezuela, La Facultad necesaria, Enseñanza de la Medicina, Integración docente asistencial, Enseñanza de Posgrado, el Hospital Universitario, El Venezolano, Corrupción, Paros, Honestidad, Partidos políticos y muchos otros.
Su Trabajo como Investigador
Como investigador, puede considerarse un científico moderno en cuanto a conocimientos y aplicación de la tecnología, pero siempre apegado a la realidad social, económica y cultural de los países del tercer mundo.
Junto a un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo, de la Unidad Sanitaria del MSAS del Estado Guárico y del Centro de Investigaciones sobre
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