El Aborto A La Gallina

Despues del aborto, podemos hacer huevos fritos.

Se sacan los huevos de la nevera un buen rato antes, si es posible. Se pone el aceite a hervir. Se rompen con firmeza pero con cuidado los huevos. Puede hacerse quebrándolos con el borde de la sartén o sobre un plato. En este segundo caso se podrá retirar fácilmente la engalladura si al comensal le produce asco.

A continuación se deposita el huevo sobre el aceite ya a punto de hervir. Se pone la sal que se desee (también se puede añadir especias al gusto).

A partir de aquí hay muchas teorías. Hay quienes prefieren retirar el huevo tan pronto como se haya frito la clara, antes incluso de que empiece a dorarse. A estas personas les gusta que la yema esté suficientemente líquida como para mojar en ella. A otros, en cambio, les gusta esperar un poco más e incluso darle la vuelta al huevo durante el proceso, para asegurarse de la yema quede sólida o semisólida.

Unos buenos huevos fritos son un alimento ideal en cualquier momento del día. Se pueden acompañar con tomate frito, ensalada, patatas fritas y otros muchos productos.

Truquillos:

1. Utilizar sal marina, sal de apio, sal de algas o sal gorda en vez de sal de mesa. Tendrán así tu toque personal.

2. Al sacar los huevos fritos de la sartén, aseguráte de que escurra bien el aceite, sobre todo si ha sido reutilizado. Serán más sabrosos y se digerirán mejor. En todo caso, el aceite de freír huevos puede utilizarse para freír después una carne o pescado, pero no al revés.

3. Los huevos de corral son, por supuesto, mejores que los demás. También es aconsejable probar huevos de otras aves: podremos utilizarlos principalmente como acompañamiento de otros platos (especialmente los de codorniz y los de pata).

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