El Desarrollo Sustentable
Enviado por jaret128 • 7 de Enero de 2013 • 1.187 Palabras (5 Páginas) • 429 Visitas
BLOQUE I
EL DESARROLLO DEL TRABAJO EN EL AULA
“La realización del trabajo escolar”
Antonio Ballesteros y Usano
La lección, forma concreta de la actividad educativa
Concepto y evolución histórica de la lección. La palabra lección la hemos heredado de la escolástica medieval. La lectio era una de las formas de adquisición del conocimiento que utilizaban los maestros en las escuelas monacales y catedralicias primero, y en las universidades más tarde. La lección se apoyaba de los textos inspirados en los Padres de la iglesia, en Tomas de Aquino, en Aristóteles, cuyo contenido expresaba la doctrina dogmatica. El maestro carecía de iniciativa para transformar y menos discutir y negar lo que en el libro figuraba. La forma esencial de la comunicación entre los maestros y los alumnos era la lectio, la lectura. El aprendizaje se traducía en la repetición literal y exacta.
He aquí el sentido original de la lección, como forma didáctica; dejó de ser una mera reproducción de textos para convertirse en la exposición razonada y lógica hecha por los maestros. El maestro dejó de ser un repetidor de opiniones ajenas para convertirse en un expositor y creador de criterios y opiniones propias.
La lección: El maestro ha de poner en actividad sus capacidades mejores: atención, memoria, comprensión, habilidades y destrezas. Ha de realizar su autentica misión educativa de despertar el interés y hacer que cada niño y todos los de su clase participen en la tarea dramática de descubrir, de conquistar una nueva verdad.
Condiciones generales de una lección.
Duración: No puede fijarse un tiempo estándar para delimitar la extensión de una lección, a veces un gesto, una sola palabra del maestro, tienen una repercusión más honda en la psicología del alumno, una influencia en su formación más duradera, que toda una larga exposición de doctrina. Todo maestro sabrá valorar el concepto de lección en relación con el interés de la clase y la conexión, enlace y persistencia que deben existir entre los diversos conocimientos y habilidades, tras de cuya conquista y dominio se dirigen nuestros esfuerzos.
Ha de acomodarse a las condiciones de los alumnos: La actitud y el tono de nuestras lecciones, tienen que ser distintos. La capacidad, el interés de los escolares marcaran directivas a nuestra conducta. En todo momento hemos de buscar en sus miradas y en su actitud las indicaciones para el desarrollo, duración y tono de nuestras palabras y actos. El maestro no debe hacer nunca con sus lecciones niños hartos, ahítos, sino hambriento de conocer y de aprender
El aprendizaje de una destreza manual: Lección será tanto hablar como hacer, tanto enseñanza de preceptos como conocimientos de objetos y de seres reales. Una lección será más fecunda cuanto provoque más apasionado interés en los niños que se traduce siempre en acción.
Ha de tener mucha espontaneidad e improvisación: Lo más eficaz y difícil para el maestro será que cada lección, aunque desarrolle el mismo asunto, sea siempre nueva y original para sus alumnos, pero también para el mismo. Para alcanzar aquella inspiración, habrá que confiar en la vocación, en la capacidad y es el arte del educador mantener despierta y creciente la atención de los alumnos
Justificación para los alumnos: De esto dependerá el interés, o sea, que los niños comprendan y perciban la relación con lo ya aprendido y con lo que por aprender. Conozcan perfectamente el medio natural y social en que sus discípulos desarrollan su vida, que lo estudie profundamente y que conozca también la propia existencia
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