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El personaje protagonista de "La isla a mediodía" es Marini


Enviado por   •  21 de Agosto de 2011  •  Examen  •  10.751 Palabras (44 Páginas)  •  2.074 Visitas

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1.- El personaje

El personaje protagonista de "La isla a mediodía" es Marini. Este apellido se asocia con lo marino, el mar, pero también con la muerte. En este sentido, el cuento es circular y ofrece una doble perspectiva -vida-muerte- resumida en el tema de la mirada, como espacio intersticial: El mar es el origen de la vida y también la disolución de la vida. “La primera vez que Marini vio la isla…” (564) y “cadáver de ojos abiertos.” (569).

Marini es auxiliar de vuelo (steward en el texto), su trabajo adentro del avión -el aire- es mecanizado y aburrido. La actividad sin sentido y recurrente es representada por la actividad de mirar varias veces su reloj pulsera. Las escalas en diversos países, su relación con las mujeres (cuya imagen es muy negativa: vida social intensa, sexo casual, alcohol, aborto, nomadismo) recrean la imagen de un mundo falso, inauténtico. Marini –que también comparte las características ya citadas de las mujeres- es básicamente un ser descentrado, ha perdido el norte. Como en otros cuentos de Cortázar, el acceso a la zona intersticial es gradual, comienza por la elección y fijación de un lugar, en este caso, una isla griega, que el personaje descubrirá a través de la ventanilla del avión, “exactamente a mediodía” (p.564).

“Una isla rocosa y desierta –tierra-, aunque la mancha plomiza cerca de la playa del norte podía ser una casa, quizá un grupo de casas primitivas” (p.564). La isla es el fuego del sol –fuego-, las piedras, la arena caliente. “La costa sur de Xiros era inhabitable pero hacia el oeste quedaban huellas de una colonia lidia o quizá cretomicénica” (p.565).

Como se aprecia, los cuatro elementos, agua, aire, tierra y fuego, separados aún, se prefiguran en las primeras dos páginas.

2.- La Isla

1) La isla como símbolo encierra distintos significados, para Cirlot [1]: “Según Jung, la isla es el refugio contra el amenazador asalto del mar del inconsciente, es decir, la síntesis de conciencia y voluntad. También es símbolo de aislamiento, soledad y de muerte.” (Cirlot.2003:263).

2) Isla como una tortuga: “Para los chinos el cielo es hemisférico y la tierra cuadrangular, por ello descubren en las tortugas una imagen o modelo del universo. Las tortugas participan, por lo demás, de la longevidad de lo cósmico…” [2] (Borges.1968).

3) La tortuga asociada a la Afrodita marina: La isla cobra una dimensión mítica. Para Martha Paley de Francescato [3]el “paraíso y Afrodita se conjugan para atraer al mortal a esa zona sagrada.” (Paley de Francescato.1975: 133). La isla como espacio sensual y erótico absorbe y fagocita al personaje.

4) La isla como un espacio intersticial o lugar ‘entre’ permite un desplazamiento en el espacio-tiempo y un acceso a la superrealidad.

.- Juego de la realidad y de la irrealidad

Desde el avión Marini entrará en un juego de realidad e irrealidad. La isla-tortuga dorada es vista como algo irreal: “Vuela tres veces por semana sobre Xiros a mediodía o sueña tres veces por semana que vuela sobre Xiros.” (p.565). “Una vez sacó una foto de Xiros pero le salió borrosa”. (p.565).

La realidad cotidiana de Marini también se presenta como algo irreal: “Y las casas donde los pescadores alzarían apenas los ojos para seguir el paso de esa otra irrealidad.” (565). “No llevaba muy bien la cuenta de los días.” (566). “Todo un poco borroso” (566).“Y en el vuelo todo era también borroso y fácil y estúpido…” (566).

La isla como espacio superreal se genera a través de la mirada: “…hasta sentir el frío cristal como un límite del acuario donde lentamente se movía la tortuga dorada en el espeso azul.” (567).

En síntesis, la problemática de la mirada es central en este cuento. El espacio de la isla, como realidad anhelada y finalmente clara (en oposición a lo borroso de la realidad cotidiana), se genera por medio del mirar del personaje. Marini mira a través de la ventanilla del avión justo a mediodía, que es el punto más alto del sol en su tránsito, y donde la sombra de objetos y seres es la más corta. Como el sol en su transitoriedad, la mirada se desplaza -transita- como signo del intersticio.

Con respecto a la noción de límite (ventanilla del avión y franja de la isla), Manuel Jofré señala:

“Las primeras percepciones visuales aluden sobre todo al borde, a la orillas, a las playas y la franja con que la isla aparece. Se está […] señalando el espacio de espera y recepción, de entrada y límite de la isla. Ambos elementos, vidrio y franja[…] tienen importancia fundamental para construir el carácter ambiguo del mundo. […] La franja será el espacio donde muera el hombre nuevo destruido por el hombre viejo, los dos modos de actuar fundamentales de Marini.” (Jofré.1993:215).

Tanto ventanilla como la isla son óvalos.

El paso de un estado a otro, de una zona cotidiana y plana hacia otra intersticial y superreal, se da en varios cuentos de Cortázar. En “Axolotl” (Final del juego) el personaje también está pegado al cristal del acuario hasta que transita de un afuera hacia un adentro, y los puntos de vista cambian: “Yo soy un axolotl”. En “Las babas del diablo” (Las armas secretas), Roberto Michel saca una fotografía y ésta cobra vida. Michel transita hacia otro estado que será su zona de escritura. Él -como uno de los narradores- escribe la historia fragmentada desde el intersticio (las nubes, las palomas). Johnny en “El Perseguidor” (Las armas secretas) ingresa en un tiempo que él llamará “elástico”, ya sea adentro del metro o tocando el saxofón. Lo mismo para “La noche boca arriba”, “Todos los fuegos el fuego”, “El otro cielo”, etc.

.- El estado de enajenación

A medida que se interesa por la isla, Marini se enajena, sale fuera de sí. La progresión es gradual y, al principio, inconsciente. Busca datos, compra libros, los colegas le dan referencias. Marini quiere ir de vacaciones a la isla, esto significa que el viaje incluye un regreso. No le molesta que lo llamen “el loco de la isla”; Carla decide abortar y él le manda dinero. No hay preocupación por la mujer ni el hecho de perder un hijo. Cuando le proponen la línea de Nueva York, decide que “era la oportunidad de terminar con esa manía inocente y fastidiosa” (565). Acto seguido, rechaza la oferta. Marini intenta establecer una comunicación con la isla y sus habitantes o consigo mismo: “Ese día las redes se dibujaban precisas en la arena, y Marini hubiera jurado que el punto negro a la izquierda, al borde del mar, era un pescador que debía estar mirando el avión. “Kalimera”, pensó absurdamente.”

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