El último fantasma
Enviado por lausukias • 4 de Noviembre de 2014 • Informe • 559 Palabras (3 Páginas) • 207 Visitas
Más allá de la maestría de Eduardo Liendo en su narrativa, su fino humor y la manera de desmontar el aparataje histórico que ha tenido a Lenin como icono del comunismo mundial, lo que llama la atención, al menos en lo que a mí respecta, es la originalidad de poner a conversar a Felisberto con el fantasma de Vladímir Ilich Uliánov. Esta ocurrencia sólo podía nacer de alguien que realmente estudió el comunismo, fue partidario de él e incluso vivió en Rusia, para luego, años después, despertar a la realidad y darse cuenta de la gran farsa, no tanto de la teoría comunista, sino de quienes la pusieron en práctica llevándose de por medio a miles de personas.
El fantasma de Lenin entra en dilema con Felisberto (un bibliotecario jubilado) cuando éste comienza a sacarle en cara todos sus crímenes, rememorando y haciéndole recordar, hechos que quedaron firmes en la historia no precisamente por humanitarios. A la vez Felisberto saca provecho de lo que a diario va discutiendo con el distinguido fantasma, hablándole incluso en su idioma natal, con el poco de ruso que aún recuerda y poniendo como ejemplo situaciones políticas de su entorno actual, en pleno siglo XXI: “Quizás no se trate de un hecho estrictamente personal, y su presencia en Caracas tenga relación con el desmadre generalizado que vive la ciudad en los últimos tiempos, encabezado por el locato Papa Upa”.
Y hay un hecho más: en la Venezuela de Chávez, quien aparece como el “locato Papa Upa”(p.43,83) varias veces en la novela de Liendo, se ha vuelto a hablar de socialismo y de marxismo, y, sobre todo de algo que no existe en la teoría política, “el socialismo del siglo XXI”. Esto sería asunto largo e interesante de analizar pero no es nuestro tema esta tarde. Sólo queremos recomendar una cosa: el socialismo fue vencido, cayó, es historia. No puede ser revivido. Sólo los dinosaurios marxistas, esos viejitos de pelo blanco, personas derrotadas, tanto que ni siquiera logaron llegar nunca ni a ser diputados en lo que ellos denominan la “cuarta república”, esos que siguen a Chávez y aparecen en el Canal Sur o en Venezolana de Televisión o en Vive TV, son los que esperan que la noticia de la caída del Muro de Berlin sea rectificada. Nada de ello es posible. La historia no es hacia atrás sino hacia adelante.
Es una gran lectura y además resultaría cruelmente esclarecedora para aquellos que creen en el comunismo como sistema de vida. Lo difícil sería convencer a algún proselitista del régimen actual para que lo lea.
Aunque en una primera instancia El último fantasma se halla signado como la novela de una presencia —de la historia, de la memoria, de las ideas, de la utopía— que se “materializa” en el revolucionario ruso, un poco más allá, en una lectura más atenta, se redefine por una ausencia. El texto de Liendo comienza y termina con Fabiola, es decir, con el amor, la reivindicación afectiva
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