Ensayo Socialista
Enviado por cheis32 • 16 de Octubre de 2014 • 1.417 Palabras (6 Páginas) • 266 Visitas
EJERCICIO 1
VOCABULARIO JURÍDICO
CUESTIONES:
1.ª- Lee con atención el texto que aparece a continuación y señala las palabras a las que atribuyas un significado jurídico (hay, al menos, treinta).
2.ª- ¿Crees que la situación descrita refleja el funcionamiento de nuestra Administración de Justicia?
3.ª- ¿Cuál consideras que puede ser la profesión del autor del texto?
4.ª- Con la ayuda de un diccionario específico y de los demás recursos que estimes pertinentes (biblioteca e internet a tu servicio), realiza las siguientes operaciones:
• Define los términos señalados de modo que puedas comprender su significado en el texto.
• Determina la rama del Derecho (o la asignatura) dentro de la cual consideras que podría incluirse cada uno de los conceptos.
5.ª- Familiarízate con todo el material que has elaborado, de modo que seas capaz de exponer (NO DE LEER) las ideas fundamentales de forma oral en clase el día correspondiente.
TEXTO: «UN CUENTO JURÍDICO, SIN EFECTOS SECUNDARIOS»
Cuenta un cuento encontrado entre viejos y polvorientos libros escondidos en los más recónditos rincones de una gran biblioteca, que había una vez hace muchos, muchos, muchísimos años, un lejano país, que se llamaba "Iurislandia", donde su Rey y sus gobernantes estaban preocupados por el lamentable estado en que se encontraban los tribunales, que padecían grandes atrasos, sin que se supiese a ciencia cierta, cuál era la verdadera causa a la que atribuir su desastroso estado.
Unos, decían que el origen de la caótica situación, era la "pleitomanía", una especie de extraño virus que había comenzado a aquejar a todos los ciudadanos de dicho país, en virtud del cual, por los motivos más nimios, unos comenzaban a interponer pleitos contra otros (vecinos contra vecinos, padres contra hijos, compradores contra vendedores, etc.). No se trataba ya como antes, de modestos conflictos de linderos y de herencias, de interdictos y desahucios, de asesinatos pasionales y de raterías; no, no, el pleito dejó de ser un espectáculo raro e inusual, que se veía y se comentaba, para pasar a ser un episodio cotidiano que se vive y se padece.
Otros, decían que la causa, había sido una desaforada campaña institucional hecha por el Gobierno, por la que se proclamó a los cuatro vientos "Ponga usted un Juez en su vida y verá como sus litigios se acaban en un periquete". Se consideró a los jueces, como una especie de panacea, seres en los cuales se depositó ciegamente la fe en la creencia omnímoda de que tenían capacidad para resolver cualquier tipo de problemas.
Otros por su contra, pensaron que el problema no eran los hombres, ni los jueces, sino las propias leyes; que se habían hecho tantas disposiciones, de rangos tan diferentes, que prácticamente no había sector de la vida que no estuviese regulado por el derecho, con lo cual la vida misma, se había convertido en derecho. El derecho pues, lo presidía todo. Así comenzó a ponerse de moda, imponer a los recién nacidos nombres como Cicerón, Papiniano, Petronio, Scevola, Ulpiano, Modestino, Celso, Publio Sirio, Calístrato, Trifonino, Menandro, Papirio Fronto, y como no, el nombre de moda por aquellos tiempos Gayo.
En fin, se sucedían tantas teorías, unas tras otras, que eran estudiadas y aplicadas por el preocupado Rey de Iurislandia y por sus gobernantes, pero sin que ninguna acabara de contener la solución que todos esperaban. Y el Rey y los gobernantes, hartos de tantas pruebas, de tantos intentos baldíos, incluso llegaron a elaborar una "Gran Ley de Planta Pleitista", que creó muchos más órganos judiciales, para intentar atajar el desconcierto reinante en los tribunales. Sin embargo, de nada sirvió, a pesar de aumentar el número de tribunales, los pleitos, las causas, continuaban creciendo, su duración se alargaba y alargaba. El rey y los gobernantes estaban desesperados...
En este estado de cosas, decidió reunir una comisión de científicos, para que elaboraran informes, practicasen pruebas y experimentos, para detectar cuales eran las verdaderas causas del problema. Se reunieron eruditos, catedráticos, legistas, doctores en leyes, profesores, juristas, doctrinadores, filósofos, venidos prácticamente de todos los confines de la Tierra y comenzaron a trabajar. Y uno de ellos, llamado Tiberio (no se podía llamar de otro modo), propuso seguir el famoso método de investigación "Desconcierto para el acierto" , que se basaba en sinalagmas lógico-deductivos
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