Ensayo sobre la biografia de San agustin de hipona

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL

LIBERTADOR

EDUCACIÓN FÍSICA

FILOSOFIA

RESEÑA DE LA VIDA DE SAN AGUSTIN DE HIPONA

Prof: Antonio Romero

C.I.N. 15238835

Santa Ana de Coro, Febrero de 2014

RESEÑA DE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA

     San Agustin de Hipona  fue un teólogo latino y una de las máximas figuras de la historia del pensamiento cristiano (Argelia,354-Hipona, 430).  Su padre fue un funcionario al servicio del imperio y su madre una devota cristiana.  Ella educó a su hijo en la religión, aunque no llego a bautizarlo. A los 18 años tuvo su primera pareja y con ella un hijo, llamado Deodato. El describe en su libro Confesiones, que era frívolo, soberbio y que tardo en aplicarse a los estudios. Pero su deseo de aprender era muy fuerte y estudio arte y retórica.

     Sintió afición por el teatro y otros espectáculos. La vida que llevaba lo hizo renegar de la religión de su madre. Su primera lectura de las escrituras no le gusto y acentuó su desprecio hacia la fe impuesta y no fundada en la razón. Sus intereses le inclinaban hacia la filosofía y allí se sintió cómodo algún tiempo.

     Sin embargo, algo fundamental en la vida de San Agustín fue su adhesión al dogma maniqueo, que era la religión de moda; su preocupación por el problema del mal que lo acompaño toda su vida. Los maniqueos representaban dos polos opuestos: el bueno (la luz) y el malo (las tinieblas). Por tanto, era preciso conocer el aspecto luminoso de cada hombre para alcanzar la salvación. Durante diez años San Agustín fue colmado de atenciones por los altos cargos de la jerarquía maniquea. Se entregó a los himnos ardientes, los ayunos y las variadas abstinencias, pero a partir del 379 su inteligencia comenzó a refutar algunas cosas del maniqueísmo. Se apartó y luego admitió sus errores en público. En el 384 fue profesor de oratoria, profundiza en los pensadores y devora libros de filosofía. Se reencuentra con Dios y su nueva filosofía basada en dios como centro de todas las cosas positivas gana muchos seguidores.

     En el año 387 se hace bautizar por San Ambrosio y se consagra al servicio de Dios. Al poco tiempo muere su madre. En el 388 se va a África y es ordenado sacerdote. A partir de entonces luchó en contra de la herejía y los paganos. San Agustin fue luego nombrado Obispo de Hipona, escribió muchos libros, como Confesiones y La Ciudad de Dios. Al caer Roma en manos de los godos de Alarico (410), y al tercer mes de persecuciones cayó enfermo y murió.

     El tema central del pensamiento de San Agustín es la relación del alma perdida por el pecado y salvada por la gracia de Dios. De allí su carácter espiritualista. Los grandes temas agustinianos: conocimiento y amor, memoria y presencia, sabiduría, dominaron toda la teología cristiana y consolidaron la fe en diferentes aspectos a través de los siglos.

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