Ernesto Sabato DANTE INFANTINO

Ernesto Sábato

Ernesto Sabato fue, sigue y seguirá siendo una de las eminencias más grandes de la literatura Argentina y Latinoamericana. Con obras como El Tutel (1948) y Sobre héroes y tumbas (1961) ha dejado una huella en la sociedad difícil de olvidar, pero además su desempeño en la política, la física y la pintura tampoco debe ser despreciada, pues ha sido un referente nacional en todas estas aéreas. Siendo el segundo argentino galardonado con el premio Miguel de Cervantes, Sabato ha estado presente en inmensos aspectos tanto culturales como sociales debido a su longeva existencia, habiendo vivido hasta los 99 años (1911-2011). El objetivo de este informe es dar a conocer la relevancia de Ernesto Sábato dentro de la literatura nacional e internacional explorando los diferentes escenarios que atravesó en su vida. Asimismo se analizará su método de escritura y como esté fue influenciado por diferentes movimientos artísticos contemporáneos en los que él también se vio involucrado. Se buscará interiorizar al lector con la visión particular que Ernesto tenía del mundo, recorriendo diferentes instancias y eventos en los que este fue partícipe. Con el objetivo ya en claro, se abordarán los diferentes temas mediante secciones que separarán los aspectos de su vida, su método y su carrera, para luego concluir detallando características del boom latinoamericano, del qué Sábato fue participe.

Sus primeros años y su familia

Sabato nació un 24 de Junio de 1911  en la ciudad de Rojas (Provincia de Buenos Aires), este era hijo de Francesco Sabato y Giovanna Maria Ferrari, 2 inmigrantes italianos, precisamente de Calabria. Su familia pertenecía a la clase media y el propio Sábato la definió como ‘’Clásica y Jerárquica’’. El fue el decimo de once hermanos y le debe su nombre a su noveno hermano, quien falleció poco tiempo antes de la muerte del escritor. En 1924 comenzó  sus estudios primarios en una escuela de la ciudad y posteriormente a la edad de 11 años, se mudo a La Plata, en donde curso sus estudios secundarios en Colegio Nacional de la Plata, aquí conoció a Pedro Henríquez Ureña, un destacado intelectual, escritor y filosofo dominicano, qué le serviría como inspiración para su futura carrera literaria. En 1929 ingresó a la Facultad de Ciencias Fisico-Matematicas de la Universidad Nacional  de La Plata donde posteriormente se recibiría con honores. Durante estos años, en un curso, conoce Matilde Kusminsky Richter, una estudiante de diecisiete años de la cual queda profundamente enamorado.  Con ella comienza una relación, no muy bien vista por sus padres, los cuales siendo judíos ortodoxos se oponían fuertemente a la pareja, incluso prohibiéndole a Matilde verle, lo qué conllevo a que la chica abandonará su casa para ir a vivir con Ernesto.  

La política en su juventud

Desde joven Sabato estuvo muy arraigado con la Política, siempre manifestó que cada uno sus hermanos tenían una ideología diferente, incluyéndolo a él y sus padres, por lo que las cenas familiares estaban repletas de discusiones. Su ideología comenzó a tomar rumbo durante sus estudios universitarios, precisamente en 1933 comienza a militar para el movimiento de Reforma Universitaria, un grupo Insurrexit de tendencia comunista. Durante esta época Sabato se ve muy atraído por las novedosas ideas marxistas que tanto interés estaban provocando a lo largo del mundo. Su compromiso es tal, que el mismo año es elegido Secretario General de la Federación Juvenil Comunista. Allí comienza a participar de manera muy activa dentro del movimiento pero pese a ello, durante 1934 comienza a tener dudas acerca del comunismo, principalmente a causa de la ferviente dictadura de Iosif Stalin en la Unión Soviética, que tan mala fama comenzó a tener en ciertos sectores del mundo. El Partido, qué advirtió este cambio, decide enviarlo por 2 años a Las Escuelas Lennistas de Moscú ni bien termine un viaje a Bruselas, al que había ido como delegado del Partido Comunista al Congreso contra el Fascismo y la Guerra. Allí conoce a los máximos representes comunistas de todo el mundo, incluyendo al mismo Stalin. Según él, queda horrorizado por lo que presencia, confirmando todas las nefastas sospechas que tenía acerca del régimen soviético. Una vez ahí, temiendo que al ir Moscú no podría volver, abandono el congreso y huyó París, ganándose bastantes enemigos comunistas que lo consideraban un traidor.

  Sus años como físico investigador

Luego de haber vivido 2 años en la capital francesa, Sabato decide regresar a Buenos Aires en 1936, año en el que contrae matrimonio civil con Matilde. Una vez de regreso en su hogar, decide retomar sus estudios y en 1937 obtiene el Doctorado en Ciencias Fisicas y Matematicas en la Universidad Nacional de La Plata. Con el apoyo de Bernardo Houssay (Medico y farmacéutico Argentino galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1947) le fue concedido una beca para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie, en París. Allí se vio en envuelto en una gran crisis existencial, que lo atormentaría durante varios años de su vida.

¨¨En el Laboratorio Curie, en una de las más altas metas a las que podía aspirar un físico, me encontré vacío de sentido. Golpeado por el descreimiento, seguí avanzando por una fuerte inercia que mi alma rechazaba.¨¨

                                                                       Ernesto Sabato.

El 25 de mayo de 1938, nació su primer hijo, Jorge Federico. Sin embargo, Sábato reconoció no haber sido un padre muy cariñoso, producto de la crisis por la que se encontraba trascurriendo. En aquellos años, debido al clima de hostilidad que estaba recorriendo toda Europa y que más tarde desembocaría en la Segunda Guerra Mundial, es transferido al Instituto Tecnológico de Massachusetts. Un año más tarde regresa a la Argentina con la intención de abandonar definitivamente la ciencia, sin embargo, para cumplir con aquellos que le habían otorgado la beca, se desempeño como profesor en la Universidad de la Plata, en la cátedra de ingreso a ingeniería y en un postgrado sobre relatividad y mecánica cuántica, pese sus deseos. Allí perdura 5 años, en los que se día tras día se replantea su vida y sus metas. Ya en 1943 decide alejarse de forma definitiva del área científica para dedicarse de lleno a la literatura y la pintura, fuertemente inspirado por sus recuerdos parisinos, donde tomo contacto  con varios movimientos artísticos.    

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