FELIPE VELASCO TÚPAC INGA YUPANQUI Y EL LEVANTAMIENTO DE HUAROCHIRÍ - 1783
Enviado por RENXO • 26 de Septiembre de 2012 • 2.722 Palabras (11 Páginas) • 3.012 Visitas
FELIPE VELASCO TÚPAC INGA YUPANQUI Y EL LEVANTAMIENTO DE HUAROCHIRÍ – 1783
Durante el gobierno del virrey Agustín de Jáuregui, se produjo una insurrección de gran importancia en la Provincia de Huarochirí, encabezada por el patriota Felipe Velasco, mestizo de 30 años, ensamblador de espejos y residente en la zona. Él, decía ser primo de José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru y se consolidó como líder de este movimiento, con el fin de continuar la guerra de liberación iniciada por el caudillo cuzqueño.
En enero de 1783, invitó a Andrés Mendigure Túpac Amaru a Huarochirí y lo alojó en su casa, en donde lo agasajó durante las fiestas de epifanía presentándolo como su pariente, proponiéndole vivir en Huarochirí, pues según su entendía, sería un error residir en Lima, donde no tendrían garantías para su vida.
Entre enero y mayo, recorrió los pueblos de la provincia, enviando mensajeros a Huamanga y otros lugares, nombrando como capitanes del movimiento a Ambrosio Rodríguez, Nicolás Almendras, Manuel Silvestre Rojas, Juan Tomás Palomino, Domingo Fernández, Sebastián Rojas, Felipe Gonzáles Rimay y a Ciriaco Flores. A este último le dio el cargo de Capitán General.
Planearon la insurgencia para inicios de junio y a ese fin, encaminaron sus actividades. Escogió el pueblo de la Asunción de Huanza como Cuartel General de su alzamiento, a donde se trasladó el 26 de mayo; desde allí, dio provisiones y órdenes, encontrando un aparente apoyo en los alcaldes de los pueblos.
El día 30 de mayo, convocó a la población a la plaza de dicho lugar y luego de arengarlos a unirse a sus propósitos de formar un ejército, manifestó tener un gran apoyo y que su fin era tomar Lima, donde pensaba liberar a sus primos los Túpac Amaru. Enterado de este suceso un español llamado Miguel García que residía en Asunción, decidió apresar a Felipe Velasco y contando con la ayuda de dos españoles y algunos mestizos, se dirigieron al lugar donde se encontraba el jefe patriota, pero los centinelas dieron la voz de alerta y los apresaron, logrando el citado García huir hacia Carampoma.
El 31 de mayo, Felipe Velasco publicó un bando donde ordenaba a los principales, alcaldes y capitanes se encaminaran al pueblo de la Asunción, para organizar un ejército. El documento dice así:
“Don José Gabriel Túpac Amaru – Dios guarde su vida por muchos años – nuestro Señor, que se halla en el Gran Paititi, colocado en el trono imperial y jurado, que Dios guarde a nuestro Señor por tal Inca y en nombre de nuestro Inca Túpac Amaru, mando yo Don Felipe Velasco, Túpac Inca Yupanqui, Señor natural y descendiente por línea recta de los Señores Emperadores, que fueron de estos reinos del Perú: Mando por esta carta a mis Señores Caciques, Principales, Alcaldes y Capitanes, sean requeridos luego, y con prontitud vengan todos y principales a este pueblo de Asunción, porque así ha convenido el Señor y su Madre Santísima, para que tomemos las armas defensivas. Así todos los hermanos, Señores Principales, así como del común, aguardan y aguardaremos, cuanto más antes que fuese para darles a U.U. la disposición y mis descargos que ha causado para esta ejecución, y la nueva orden que ha habido de nuestro Inca Túpac Amaru; y guardando en secreto, conforme tengo mandado a mis capitanes, incontinente, sin espera ni ignorancia, pongan en el arreglamento sus gentes: que a los que lo contrario hicieren, serán aplicadas, conforme tenemos dicho, serán convertidos en cenizas. Mayo, 31 de 1783. Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui”). Al parecer, Felipe Velasco trataba de hacer creer a los patriotas huarochiranos, que Túpac Amaru vivía y que él era un comisionado.
Luego de esto, envió a Carampoma una expedición de 36 hombres para que hicieran conocer dicho bando, al igual que a otros pueblos, pidiendo mucho secreto y cautela. Además, instaló vigías en los caminos que conducen al citado pueblo de Asunción y mandó apresar a todos lo españoles allí avecindados, ordenando que sean puestos en el cepo y sentenciándolos a muerte.
Los alcaldes de Carampoma y Laraos se trasladaron al pueblo de Asunción de Huanza, atendiendo al llamado de Felipe Velasco; los alcaldes de Otao y Santo Olaya, fueron comisionados a cortar los puentes del Tambo de San Pedro de Mama y Pomaticla para cerrar el paso a las tropas de Lima, que pudieran llegar en refuerzo.
El 1 de junio el español García que había huido de Asunción a Carampoma, viendo que el alzamiento crecía, se dirigió a Lima con la intención de dar aviso y pedir apoyo militar. En su marcha llegó a la hacienda de Quilcamachay, donde algunos campesinos enterados de su intención y tomando el bando patriota, lo apresaron. Pero este logró huir, llevando prisionero a uno de ellos hasta Lima, haciéndole saber lo sucedido al virrey Jáuregui.
En Asunción de Huanza, el alcalde del pueblo Juan Julcayaure temeroso de las represalias españolas, junto con otros pobladores planeó una traición para apresar a Felipe Velasco. Lo convencieron que el día domingo 1 de junio se dirigiese a Carampoma con el fin de oír misa, donde lograron detenerlo.
Contaron con la colaboración de algunos mestizos y españoles, dando inmediato aviso al corregidor Felipe de la Carrera, que se hallaba en el asiento minero de Pomacanchi. Allí, recibió carta el día 2 de junio del alcalde Juan Julcayaure, donde le avisaba haber apresado al día 1 de junio en Carampoma a un hombre llamado “Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui, que había tenido el inicuo designio de conmover aquellos pueblos a un movimiento sedicioso para llevar adelante las sacrílegas ideas de los rebeldes Túpac Amaros, de quienes era primo y a quien mucha gente por este motivo rendían obediencia y adoración de soberano”. El corregidor, enterado del alzamiento, se dirigió inmediatamente a Carampoma acompañado de tres españoles y un esclavo, llegando a este lugar el 3 de junio.
En Chauca, el vicario del pueblo enterado del alzamiento, reunió a los vecinos y armados de garrotes y hondas, los obligó a marchar a Casta donde debían encontrarse con otro contingente reunido por el cura de dicho pueblo. En el camino pasaron por Otao, donde obligaron a alguna gente a unírseles y marchar contra las tropas de Felipe Velasco.
Llegados a Carampoma, decidieron conducir al patriota a Lima, para ese fin, organizaron una expedición a órdenes de José Meléndez, vecino de Asunción. Salieron del pueblo y luego de avanzar algunos kilómetros, en el paraje denominado Puchi, fueron detenidos por avanzadas patriotas de los pueblos de Collata, Jicamarca y Chacta, quienes desde los cerros atacaron a los realistas. Ante el fuerte
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