HISTORIA DE LOS EVENTOS Y BANQUETES

       Conocimiento 1 : PLANIFICACION DE EVENTOS    

  En el presente Tema intentaremos conocer los procedimientos administrativos relacionados a la realización de los eventos y banquetes.

Al principio podemos conocer la historia de este tipo de manifestaciones, de donde proviene ya que sin conocer los orígenes mal podemos saber como realizarlos o cual es el objetivo de estos.

Tema a tema, además, conoceremos como preparar un evento desde el cálculo de su materia prima, cálculo del personal necesario para cada evento hasta como ofrecerlo y como decorar nuestras mesas, o sea, todos los aspectos relacionados con la realización de un evento.

HISTORIA DE LOS EVENTOS Y BANQUETES

Los Banquetes son eventos, manifestaciones y/o celebraciones que se realizan para conmemorar algún hecho, persona, fecha importante, etc.

Generalmente la persona que invita tiene relación directa con el motivo de la manifestación y lo importante en ese momento es compartir con las personas queridas ese hecho y agasajarlos en agradecimiento a estar acompañándolo.

Es así que encontramos banquetes para todo tipo de celebración, cantidad de invitados y tipo de comida.

En los antiguos pueblos de oriente los banquetes eran muy moderados en cantidad y en calidad de los alimentos, estos eran casi solo para beber, de ahí el nombre de SYNPOSION (beber todos juntos), mientras los hebreos denominaban MISHTEH que deriva de la palabra SHATH (beber). Entre los hebreos los banquetes alcanzaron gran desarrollo.

En términos históricos podemos citar a la Biblia donde se enumeran variados eventos. Se celebraba con ocasión de sacrificios y ciertas fiestas religiosas.

Antiguamente los hebreos honraban al comensal sirviéndole doble cantidad de alimentos y aún cinco veces sobre la familia, posteriormente se introdujo el refinamiento en la comida, en vez de la cantidad. Se bebía vino no fermentado y se tocaba música de arpa, laúd, tamboril, lira, cítara y flauta.

En Egipto se festejaban con banquetes el aniversario de nacimiento del faraón José, hijo de Jacob y además de celebraciones de las distintas divinidades.

En Grecia, Etruria y Roma los más antiguos banquetes fueron celebrados en honor de los difuntos y con motivo de sacrificios en los templos, en estos se ¿invitaba¿ a los dioses y sus imágenes eran puestas sobre cojines.

Se acostumbraba que el patrón enviaba a su criado con una invitación y cada invitado podía llegar acompañado de una persona, el abuso de esta práctica produjo la aparición de personas que asistían sin el consentimiento del patrón o los comensales y se les llamaba PARASITOS, SOMBRAS, SIKAI (entre los griegos), UMBRAE (entre los romanos).

Primitivamente los comensales se sentaban junto a la mesa, más tarde comieron recostados en lechos (KLINAI), comúnmente dos personas en cada uno, estos muebles eran decorados fastuosamente y estaban junto a la mesa.

Una costumbre de esa época era que antes de comenzar el banquete los sirvientes ó esclavos despojaban a los invitados de sus sandalias, les lavaban los pies y untaban con aceites aromáticos la cabeza y barba.

Además la mesa no poseía mantel y una vez terminado cada banquete, era lavada y secada y los salones eran decorados fastuosamente con flores y coronas.

En Grecia frecuentaban los banquetes sólo los hombres; en Roma, por el contrario, asistían también mujeres. Cada invitado traía consigo una toalla con la que se lavaban las manos durante la comida ya que no se utilizaban cubiertos a excepción de un tipo de cuchara para los líquidos. Los comensales más refinados llevaban guantes para servirse los platillos más calientes.

En estas celebraciones era normal que una vez finalizada y consumidos los postres, se lavaban las manos con jabón y se terminaba con una orgía, lo que revelaba una libertad de costumbres extraordinaria.

En Roma los banquetes estaban conformados por: PROMULSIS GUSTUS (ante comida) la que contenía huevos, ostras, pescados, salsas picantes, MULSUM (vino mezclado con miel), PUGNA PROELIUM (comida principal), MENSAE SECUNDAE (postre) compuesto por variadas frutas frescas, secas y dulces.

Los romanos eran amigos de las más extrañas comidas, como por ejemplo ¿Lenguas de Ruiseñor¿, ¿Sesos de Pavos¿ y para decorar la mesa lo hacían colocando costosos peces muertos de diferentes colores sobre esta.

Durante el postre aparecían los tocadores de flauta, trovadores, bailarines y bufones de toda clase los que divertían a los comensales. Además se proponían enigmas a los comensales y se recitaban poesías y además se invitaba a los comensales a realizar numerosos brindis.

Mucho después, en la edad media desde el Siglo XIII al XIV, también se demostró afición por los banquetes, los que generalmente eran efectuados en grandes mesas redondas donde todos se confrontaban y comían asados de carneros y panes, en esta época todavía no llegaban los manteles a las mesas, sobre la que se dejaban los huesos de la comida, sin embargo, eran adornadas con felpas por los costados y tapices y guirnaldas por las paredes. Solo hasta el siglo XV llegaron los manteles. A lo largo de las paredes se encontraban ¿banquetas¿ cubiertas con cojines de plumas para que los comensales se sentaran (de ahí el nombre de banquetes). Y ya en esa época existían distintos tipos de personal de servicio como el MAESTRESALA, quién era una especie de Maitre que organizaba el servicio y comandaba a su personal, el COPERO quién servía los líquidos, el DESPENSERO, el TRINCHADOR que cortaba los alimentos, etc. Durante los intermedios se amenizaba el banquete con distintas manifestaciones artísticas las que acosan más amenas estas celebraciones.

Hecha la comida principal se quitaban los manteles y se realizaban juegos durante los que se servía los postres.

Desde el siglo XVI primaron en los banquetes los gustos de la mesa Italiana y Francesa, los que eran de gran solemnidad y estuvo de moda el lujo y la magnificencia pero principalmente la cantidad y calidad de las comidas.

Existe un registro escrito de un banquete dado el 22 de Octubre de 1589 a 24 personas en Marsella:

Aquí vemos un ejemplo de los excesos en los banquetes de esa época

que generalmente duraban varios días.

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