Hay muchas teorías propuestas por científicos sobre el origen de la vida, pero hasta el momento son solo especulaciones

Hay muchas teorías propuestas por científicos sobre el origen de la vida, pero hasta el momento son solo especulaciones.

¿Qué es la vida? ¿Cuál es su origen? ¿Cómo han surgidos los seres vivos que nos rodean? Son las preguntas que más frecuentemente nos hacemos.

Aleksandr Ivánovich Oparin fue un biólogo y bioquímico soviético que realizó importantes avances conceptuales con respecto al origen de la vida en el planeta Tierra.

Oparin se interesó desde muy niño por las plantas, esa inclinación se vio estimulada por la lectura de la teoría de la evolución de Darwin, que en ese tiempo ya era comentada en os centros de estudios en Rusia.

La pregunta sobre el origen de la vida ha estado desde muchos años atrás.

 En distintas épocas y distintos niveles del desarrollo cultural, al origen de la vida se le aplicaban soluciones diversas, pero siempre se ha originado en torno a él una encarnizada lucha ideológica entre dos campos filosóficos que son el materialismo y el idealismo.

El mundo de los seres vivos está representado por una enorme variedad de especies animales y vegetales.

Todos los seres vivos (desde el hombre hasta el más insignificante microbio), tienen cosas en común algo que los hace iguales pero a la vez distingue hasta a la bacteria más elemental de los objetos del mundo inorgánico.

Los idealistas siempre han considerado la vida como revelación de un principio espiritual supremo, inmaterial, a eso lo denominan Alma, espíritu universal, fuerza vital, razón divina, etc.

 Desde el punto de vista idealista, la materia es algo inanimado, por lo tanto, no sirve más que de materia para la formación de los seres vivos, pero éstos no pueden nacer ni existir más que cuando el alma introduce vida en ese material y le da a la estructura, forma y armonía.

La mayoría de las personas afirman que Dios dio un alma viva a lo inanimado, y que esa partícula eterna del ser divino es lo vivo.

Cuando el alma se va del cuerpo, no queda más que la envoltura material vacía, un cadáver que se pudre y descompone con el pasar del tiempo hasta convertirse en solo huesos.

La vida es una manifestación del ser divino, y por esto el hombre no puede llegar a conocer la esencia de la vida.

La vida, pues, es una manifestación del ser divino, y por eso el hombre no puede llegar a conocer la esencia de la vida, ni, mucho menos, aprender a regularla.

La vida es nada más la estructuración de una forma especial de existencia de la materia.

Según la Biblia, Dios creó el mundo en seis días, se dice que él fue el creador de las plantas,  los peces, las aves, las fieras y, de los seres humanos (creo primero al hombre y después a la mujer: Adán y Eva), los creo de un materia inanimado: Barro.

Los animales, las plantas y los microbios están constituidos por las denominadas sustancias orgánicas, la vida es inexplicable sin ellas, entonces de esto se puede deducir que la primera etapa del origen de la vida fue la formación de esas sustancias, estas materias que después servirían para la formación de todo lo vivo.

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