Himno De Un Angel Parado En Una Pata
Enviado por DanielaGarreton • 24 de Abril de 2013 • 850 Palabras (4 Páginas) • 556 Visitas
Hernán Rivera Letelier, nació en Talca, provincia chilena, en 1950 y antes de que aprendiera a andar estaba ya viviendo en la pampa salitrera. Su vida ha transcurrido desde entonces en el norte chileno, mutándose de un centro minero a otro, sin los inconvenientes de un gran patiperro.
Hizo sus estudios primarios en Algorta, en María Elena y luego en Pedro de Valdivia. Trabajó muchos años de obrero, ascendiendo adulto al rango de empleado y finalizando la Enseñanza Media, encontrándose con la tristeza de que los yacimientos salitreros cierran sus puertas.
El autor ha trabajado en las salitreras de Atacama, cerca de Antofagasta, en las duras condiciones climáticas y sociales, que desde siempre han existido en el norte andino, inspirándose para escribir su primera novela, avalada con la crítica del escritor peruano-español, Mario Vargas Llosa como una de las nuevas y más originales voces de la narrativa latinoamericana.
Comienza a escribir poesía, género que le otorga varias distinciones en concursos y festivales literarios, incursionando en su terruño natal.
Previo a la novela, publicó Poemas y Pomadas (1988), Cuentos breves y Cuentos de brevas (1990) y sus textos han aparecido en las Antologías "Catorce poetas fuera del juego" (1991) y "Andar con cuentos" (1992).
Su primera novela "La reina Isabel cantaba rancheras", de Editorial Planeta, publicada en 1994, obtuvo una Mención de Honor del Premio de la Municipalidad de Santiago y el Premio de Novela Inédita, otorgado por el Consejo Nacional del Libro de Lectura.
La segunda novela, "Himno del Ángel parado en una pata", de la colección Autores Latinoamericanos, aparecida en el año 1999, consta de 218 páginas. Trata de un adolescente que revisa y analiza el mundo desde su difícil existencia para sobrevivir, por lo que aprende del amor cotidiano, del imaginativo elenco bíblico familiar y de los sueños esperanzadores, abriendo los senderos entre las carencias de una mina abandonada y reclamándole al ángel el derecho a caminar sobre sus dos pies. Es una lucha tenaz por seguir adelante sin flaquear.
Durante 16 años se dedicó a escribir pero no tenía "a quíen mostrarle sus creaciones literarias", "no había alguien que le gustara la escritura", siendo que los mineros se emborrachaban tras las las duras faenas laborales.
El ambiente era muy hostil y poco gratificante: trabajar, alcoholizarse y anularse completamente.
Rivera le quita horas a su familia para dedicarse a leer y escribir en el silencio más difícil de la existencia cotidiana, sin pensar nunca en la fama que años después le proporcionaría su primera novela.
La poesía era, para muchos de sus compañeros de trabajo, una creatividad homosexual, por lo que escribía para él, con la necesidad de crear hasta volverse una obligación casi fisiológica. Con los años publica
...