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JUAN CRISÓSTOMO FALCÓN


Enviado por   •  18 de Febrero de 2014  •  Tesis  •  4.221 Palabras (17 Páginas)  •  228 Visitas

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JUAN CRISÓSTOMO FALCÓN

Juan Crisóstomo Falcón nació en Tabe, Jadacaquive, Península de Paraguaná, actual Estado Falcón, el 27 de enero de 1820. En el Colegio Nacional de Coro hizo sus estudios iniciales, completando el curso de Filosofía.

Su actividad militar comienza en 1848, cuando ocurre el llamado fusilamiento del Congreso. Falcón actúa en defensa del Presidente Monagas y contra Páez, que se ha lanzado en favor de la Constitución. En 1853 está en Coro como Comandante de la Plaza y en 1857 pasa a Barquisimeto con las mismas funciones.

Pero la entrada definitiva de Falcón en la historia nacional parte desde el momento en que estalla la llamada Revolución Federal, en 1859. Ezequiel Zamora está en Coro y Falcón en Martinica, desde donde se embarca para invadir por Palmasola en julio de ese mismo año. De allí, después de una emotiva proclama, siguió para Yaracuy y comenzó una serie de triunfos que iban inflamando a toda Venezuela en este fuego Federal.

Aunque el verdadero eje, alma de la revolución era Zamora, a la muerte de éste, en la batalla de San Carlos, Falcón quedó como Jefe absoluto. Derrotado en la batalla de Coplé, tuvo que emigrar a Colombia y de allí siguió a las Antillas en busca de recursos. Hizo nuevos intentos hasta que en 1863 se firmó el Convenio de Coche, luego del cual fue electo Falcón Presidente Provisional de la República; a menos de un mes de haber llegado al poder, dictó un decreto de garantías y convocó a elecciones. El mismo resultó electo Presidente Constitucional; pero el odio a las intrigas le obligó a abandonar el mando en 1868.

Falcón visitó Estados Unidos y Europa, enriqueciendo su cultura. No quiso volver a participar en la política venezolana. Cuando triunfó la revolución acaudillada por Guzmán Blanco en 1870, Falcón había decidido regresar a la patria, pero al hacer escala en Martinica, por agravarse sus males, hubo de terminar allí su noble existencia, el 29 de abril de 1870, el mismo día en que Guzmán Blanco entraba triunfalmente en Caracas.

El congreso le había dado el título de Mariscal de la República. Por disposición de Guzmán Blanco, los restos mortales de Falcón fueron repatriados en 1874, y llevados al Panteón Nacional.

EL GOBIERNO DE FALCON

A raíz de la Guerra Federal subieron al poder los caudillos militares triunfantes. Como consecuencia del tratado de Coche, el Jefe Supremo de la Federación, General Juan Crisóstomo Falcón, fue nombrado Presidente Provisional y luego elegido Presidente Constitucional para el período 1865-69. Durante su gobierno se instaló la Asamblea Constituyente que promulgó la Constitución Federal de 1864. La nueva constitución estableció el sistema federal de autonomía de las provincias y dio a la República la denominación de Estados Unidos de Venezuela. Sin embargo, la autonomía consagrada en la constitución sólo sirvió para "convertir cada región de la República en feudo de los caudillos triunfantes"; y el poder nacional para entronizar tiranos y facilitar el

enriquecimiento personal de los gobernantes a expensas de los dineros públicos. En realidad, los principios que habían servido de base al partido liberal y a la guerra federal, fueron traicionados en la manipulación de los tratados y arreglos entre caudillos, a través de los cuales llegó al poder un nuevo grupo oligárquico que siguió escamoteando al pueblo los derechos y reivindicaciones por los cuales luchaba.

Durante el gobierno de Falcón se acentuó el desorden en la administración pública. Para cubrir el déficit el nuevo gobierno autorizó la contratación de un empréstito de un millón y medio de libras esterlinas, poniendo en garantía los derechos de importación que se produjeran por las aduanas de La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo y Ciudad Bolívar. El encargado de la negociación fue el General Antonio Guzmán Blanco, segundo en la jerarquía federal. Después de la manipulación del contrato, que dejó cuantiosa suma a Guzmán, el gobierno recibió apenas unos dos millones de pesos y un compromiso de 20 millones para ser cancelados en 25 años con los escasos recursos de la República.

Falcón manejó los fondos públicos con desparpajo, dice Antonio Arraiz. Solía librar vales contra la tesorería para dar gratificaciones a sus amigos y partidarios y dádivas y subsidios a muchas personas que los pedían.

A los últimos expedía esos vales en cualquier pedazo de papel. El parasitismo y la mendicidad a costa del Estado se acentuaron con la Federación y se convirtieron en nuevos vicios de la política venezolana". El aprovechamiento de los dineros públicos para beneficio personal se hizo con el mayor descaro. Gran la parte del dinero proveniente del empréstito fue a parar a manos de los caudillos triunfantes, en calidad de indemnización y sueldos atrasados. Falcón recibió 150.000 pesos por este concepto; y en la misma forma recibieron su parte, cada uno de los generales, coroneles, comandantes y demás oficiales y tropas.

"Algunas de las recompensas decretadas son las siguientes al Mariscal le adjudicaron 48.000 pesos por razón de sus sueldos como Presidente Provisional de la Federación, en el lapso transcurrido entre su desembarco en Palmasola su entrada a Caracas, más 100.000 adicionales para indemnizarle de las pérdidas sufridas en sus propiedades por causa de la guerra; al General Sotillo: 40.000; los Generales José González y José Desiderio Trías, sendas cantidades de 25.000, siendo oportuno recordar que Trías fue muy favorecido por los Monagas, que le otorgaron concesiones de baldíos; a don Napoleón Sebastián Arteaga le correspondieron 20.000. Además, a los Generales en jefe, de División y de Brigada, a los coroneles, comandantes, capitanes, tenientes, subtenientes, sargentos y soldados se asignaron recompensas metálicas decrecientes desde 8.000 a los primeros hasta 100 pesos a los últimos."

Los dineros del empréstito, administrados en forma alegre, no podían evitar el deterioro de la situación del gobierno. Se aumentaron los derechos de importación y de exportación; se crearon empréstitos entre los comerciantes. El desfalco en las aduanas y el contrabando, alcanzaron niveles escandalosos. La situación fiscal llegó a tales extremos que en 1867 el ministro de Hacienda renunció porque no había dinero en la Tesorería y el año siguiente el Congreso se disolvió porque no había fondos con que pagarle.

LA REVOLUCION AZUL

Esta situación económica y el desbarajuste administrativo, provocaron un descontento general contra el gobierno, de Falcón. A fines de 1867 estalló en oriente la revolución "Reconquistadora", que tomó como divisa el color azul intermedio de la bandera, a diferencia del amarillo de los liberales y del rojo de los conservadores,

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