LA CAIDA DEL IMPERIO DEL TAHUANTINSUYO
Enviado por henrichi • 24 de Noviembre de 2013 • 1.773 Palabras (8 Páginas) • 1.002 Visitas
Cajamarca, 15 de Diciembre 1580
Queridos nietos:
Por medio de la presente reciban ustedes mis saludos con mucho cariño y aprecio. He querido escribir estas líneas y compartir mis vivencias que tuve en la ciudad de Cajamarca ubicada al norte de Lima, Perú. Estoy seguro que estos hechos estarán siempre en mi memoria, sobre la captura del Inca Atahualpa y los hechos históricos que se suscitaron en el Tahuantinsuyo, luego de su captura.
Quería iniciar mi relato, contándoles sobre la muerte de un gran Líder para el Imperio Incaico. Un inca era considerado como la máxima autoridad, comparable a un rey. El día en que todo cambió, los españoles recibieron a unos emisarios de parte del Inca Atahualpa, los mismos que les comunicaron que éste se encontraba en los baños termales de la ciudad de Cajamarca; es por ello, que decide constituir una expedición conformada por casi 200 hombres. Llegaron a Cajamarca el 15 de noviembre, la ciudad se encontraba vacía. Estratégicamente se dirigieron a la plaza central, donde prepararon una emboscada para poder capturarlo. Ellos contaban con espadas que parecían cuchillos gigantes, armaduras de acero y un cañón como artillería pesada, sus armas eran diferentes a la de nosotros. Por la mañana siguiente estuvieron a la espera que llegue el Inca a la plaza, debido a que no se apersonaba, el español llamado Francisco Pizarro envió a un emisario para que se apresurase, pero el Inca no le prestó atención y continuó con sus rituales. Nosotros estábamos conformados por casi ochenta mil tropas, poseíamos armas rústicas y una deficiente protección pectoral, nuestra artillería era casi nula.
El sacerdote Vicente de Valverde y un traductor indio, se acercaron al Inca. Este le entregó al sacerdote un vaso con chicha, quien lo recibió e inmediatamente lo arrojó por temor a ser envenenado. El Inca se ofendió pero contuvo su ira, mientras tanto el sacerdote a su vez le leía el famoso “requerimiento real”, un llamado de formulación legalista, para que aceptaran el cristianismo o sufrieran una “guerra justa”. Luego de ello le entrego una biblia y como al Inca le dijeron que esto contenía la palabra de Dios, éste quiso escuchar un mensaje pero al no escuchar nada y al no entender ningún tipo de escritura, puesto que en el Imperio Inca de ese entonces no existía la escritura, este se sintió burlado y arrojo la biblia al suelo. En ese entonces Vicente Valverde dio la orden de atacar al pueblo indígena. La caballería ingresó a todo galope bloqueando la salida y el ingreso a la plaza, disparaban con un cañón, que estaba ubicado estratégicamente en uno de los altillos del lugar, causando una confusión total entre todo. Fue tal la confusión que muchos de nosotros salimos corriendo despavoridos. Inclusive, muchos de mis amigos terminaron aplastándose los unos a los otros en sus intentos por escapar. Todo lo contrario ocurría con los naturales que cargaban al inca y los que se encontraban a su alrededor, pues al ir diezmando a quienes lo tenían en hombros inmediatamente otros tomaban su lugar para no dejar caer al señor Inca, lo cual impresionó a los españoles. En plena confrontación, algunos de ellos llegaron a jalar los cabellos al Inca, lo que ocasionó su caída al suelo. Lo cual fue aprovechado por Francisco Pizarro para capturarlo y colocarlo como prisionero en una torre sagrada de Cajamarca.
Quería contarles también que nuestros guerreros incas valoraban a sus ejércitos y seleccionaban a los soldados en las zonas de mayor densidad poblacional, la violencia de los enfrentamientos generó una alta mortalidad, sobre todo en las guerras del norte, se produjeron frecuentes luchas por el poder, numerosas conquistas y la necesidad de controlar episodios de sublevación de pueblos opositores al régimen incaico, las mismas que requirieron contar incluso con la presencia del Inca en zonas norteñas, por largos periodos que se extendieron hasta el arribo de los españoles a tierras andinas.
Las guerras entre españoles e indígenas generaron un impacto sobre todo en la población masculina, lo cual alteró la organización natural de la familia andina. Acarreó disminución de cosechas, escasez de alimentos, lo que condujo a “un círculo vicioso de hambre y muerte en las comunidades nativas”, a todo esto lo llamaron Guerras Civiles.
En esa época, la prehispánica, existía una persona que se encargaba de dirigir y administrar cada ayllu, la llamaban Curaca. Este era el vínculo entre la población indígena y el Inca, era un líder. La llegada de la población española al Perú y sus legislaciones nuevas, afectaron en gran medida a nuestra población. Nuestro Curacas fueron deslumbrados con ofrecimientos y coaccionados para trabajar con los españoles, convirtiéndose en tiempos muy difíciles para todos nosotros. En la época colonial, el Curaca adquirió una nueva función, ser el nuevo vínculo entre los españoles y los indígenas. Se erradicaron varias de nuestras costumbres, se impusieron nuevas reglas, por lo que la presencia del Curaca era necesaria. La función desempeñada los Curacas era la misma, seguir siendo los responsables de la supervisión y la administración de los indios.
En esta época comienza la invasión y el saqueo de los tesoros incaicos. Los indios “ayudaron” a extraer el oro y la plata de la mina de Potosí, ellos realizaban un proceso de fundición llamado guayra donde se separa el mineral de la plata. Los mineros en ese entonces vivían en condiciones miserables. Después se fue agotando el mineral en la mina de Potosí
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