La Naturaleza

Adquisición de la posesión

Se considera un caso perfecto de posesión cuando se reúnen en una misma persona el corpus y el animus. En los contratos traslativos y en los hechos jurídicos se tiene corpus y animus. En los actos jurídicos que dan origen a la propiedad no siempre se obtiene esta por la reunión del corpus y el animus, basta con el animus. Por ejemplo en los contratos traslativos se reúnen el corpus y el animus al firmar el contrato y entregar la cosa, o si solo se firma el contrato pero no se entrega la cosa solo se obtiene el animus.

En la trasmisión de la propiedad por herencia el dominio y la posesión de los bienes lo obtienen los herederos y legatarios al momento de la muerte del autor de la sucesión, con excepción del caso de bienes indeterminados que sean materia de un legado.

Por último cuando se tiene el corpus pero no el dominii no se considera posesión, sino que se considera una detentación. Cuando existe una posesión derivada supone que no hay animus dominii, sino que se tiene la cosa derivada de un derecho personal o derecho real distinto al de la propiedad, aunque existe un derecho distinto al de la propiedad el código vigente reconoce que hay posesión.

Perdida de la posesión

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