La Utopia Arguediana
Enviado por karelia • 24 de Octubre de 2011 • 6.007 Palabras (25 Páginas) • 1.017 Visitas
La utopía arguediana
Sin duda, uno de los escritores mas importantes de nuestra cultura peruana ha sido José María Arguedas, quien convivió con los indígenas desde pequeño y aprendió que ellos son un claro ejemplo de cooperación fraternal. La obra de Arguedas pertenece al neoindigenismo peruano, y se enfoca principalmente al mundo indígena, el cual se encuentra sometido al mundo occidental. Comprende lo rural y urbano, se incluye a las comunidades de la sierra y su perspectiva fundamental es el mestizaje. Su lenguaje es muy singular, original, matizado con el uso de voces quechuas y castellanas que parecen formar un solo idioma. Entonces ¿La obra arguediana sólo describió al indígena o qué clase de reflexión nos quiso dejar?
Arguedas comenzó a escribir sus primeros relatos que se publicaron en el pequeño libro que se llama “Agua”. Cuando leyó las primeras narraciones sobre indios, le pareció que el indígena estaba tan desfigurado y el paisaje tan tonto o extraño que dijo: “No, yo lo tengo que escribir tal cual es, porque yo lo he gozado, yo lo he sufrido”. Así, en este libro “Agua”, expresa el mundo real del pueblo serrano, del pueblo indígena, mismo.
“Agua”: Es la primera publicación que pone de manifiesto, en primer plano, las inquietudes del Perú profundo; pues ella muestra en su real medida al pueblo serrano. El campesino emerge, en esta obra, como un personaje autentico, no tergiversado, no fingido, con toda su compleja y difícil realidad. Es evidente la preocupación revolucionario-social del autor en esta obra, aquí nos habla de los conflictos entre un gamonal y los indios teniendo como paisaje a San Juan de Lucanas y la Hacienda de Viseca.
Las obras de Arguedas tienen de algún modo, carácter autobiográfico en la mayoría de los casos. En ellas, da una nueva valoración a ese indio peruano, pues su vida en las comunidades indígenas le significó un conocimiento amplio y profundo de su problemática. Por eso, arguedas nos decía:
“Yo no soy una culturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio felíz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua. Deseaba convertir esa realidad en lenguaje artístico y tal parece, según cierto consenso más o menos general, que lo he conseguido (…). El otro principio fue el de considerar siempre al Perú como una fuente infinita para la creación. Perfeccionar los medios de entender este país infinito mediante el conocimiento de todo cuanto se descubre en otros mundos. Imitar desde aquí a alguien resulta algo escandaloso”
Otra de sus obras, donde expone la psicología indígena y donde recién aparece la figura mestiza, protagonizada por don Pancho y que significa la fusión y el equilibrio que lleva a una convivencia fraterna entre las dos razas es:
“Yawar Fiesta”: Arguedas toma como pretexto la fiesta taurina en la sierra. El escenario es Puquio y el conflicto es la contradicción de opiniones cuando las autoridades del pueblo ordenan que la fiesta se realice según las costumbres hispanas, y los indígenas desean realizar la fiesta sin protección, teniendo oportunidad para mostrar su arrojo, pericia y violencia.
Esa demostración de “valentía” se muestra así:
“El Wallpa se hacia el hombre todavía; se paro difícil, agarrándose de la barrear, y templo sus piernas para no derrumbarse (…) De repente, se hincharon sus pantalones sobre sus zapatos gruesos de suela, y salio la boca de su wara borboteando y cubriendo los zapatos, un chorro grande de sangre; y empezó a extenderse en el suelo”.
Sobre esta novela, el propio Arguedas manifestó: “Señores, describí el poder del pueblo indígena. El verdadero personaje de esta novela es la masa indígena que destruye el mito que esta representado por el toro, el Misitu. Cuando el pueblo indígena quiere mostrar su valor ante la gente que lo desprecia, que son los señores, incluso mata a un dios, que es el Misitu, e inclusive esta dispuesto a matar a sus dioses para demostrar que son gente que tienen valor”
La mejor novela de José María Arguedas fue “Lo Ríos Profundos”: donde desde un óptica infantil (la del niño Ernesto o Arguedas, huérfano de madre) desfilan en esta novela, alegrías, tristezas, preocupaciones, triunfos y dos mundos diferentes: El del indígena y el del blanco que conoce Arguedas cuando acompañaba a su padre por los valles y la naturaleza serranos del país.
La contradicción existente entre dos mundos que son, en definitiva, diferentes, se plante así: El mundo indígena con una cultura ancestral, por un lado; y la feroz dominación de la clase que ejerce el terrateniente y demás instituciones, por el otro. En este conflicto y dualidad se presenta en el desarrollo de la personalidad de Ernesto (Arguedas) a medida que enfrenta a las múltiples experiencias que vive. La novela envuelve vitalmente esta unidad dialéctica con símbolos y metáforas de significación cosmogónica.
Según el critico Julio Ortega, esta novela es importante, no solo “por habernos descubierto un mundo nativo sino también la de revelarnos una nueva literatura, que él iniciaba con esta novela, clausurando por una parte el viejo indigenismo de buena voluntad y comenzando, por otra, nuestra moderna lectura de ese mundo discordante que resultaba ser el más nuestro, el más próximo y propio”.
Arguedas fue también un acucioso investigador de nuestro folklore. Por su actividad política sufrió prisión, experiencia que lo refleja en “El Sexto”. Donde describe la miserable realidad carcelaria, los conflictos que enfrentan a los presos comunes contra los políticos, la situación de irracionalidad; de concupiscencia, de maldad que retratan un ambiente maloliente y bestializado. Donde el escenario es la cárcel, “El Sexto”, escuela de vicio y extrañamente, como arguedas mismo lo sugiere en sus palabras citadas, “escuela de generosidad”. En la cárcel se encuentra lo peor que la sociedad ha elaborado y la esperanza de los que, por cambiarla, lucharon a viva voz y en la acción.
“La Agonía del Rasu Ñiti”, es una selección de narraciones arguedianas que toma el nombre del primer cuento que aparece en ella. En La Agonía del Rasu Ñiti aparece el rico fondo humano de la gran población quechua peruana, en el que se esconde esa reserva de vida futura que el campesino del Ande peruano espera ver un día despertada por la justicia y la dignidad.
“Todas las Sangres”, es una obra, donde Arguedas conjuga el ambiente y habitantes rurales con el escenario urbano costeño. En ella, se puede apreciar la pugna entre las dos razas (indígena y blanca) en sus relaciones diarias de trabajo. Desde el ambiente rural, el escenario se traslada ahora al costeño donde observamos al campesino desposeído que habiendo dejado la sierra,
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