Los Mandamientos Del Catequista
Enviado por amilsosa • 4 de Julio de 2014 • 871 Palabras (4 Páginas) • 593 Visitas
"Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú."
(Sub comandante Marcos)
“Los mandamientos del catequista”
Iba casi al final del catecismo, tal vez unos cuatro o cinco sábados más y vestiría de blanco, mi color favorito –de aquellos años-, llevaría una vela en la mano izquierda y un Nuevo Testamento en la derecha. Ansioso esperé llegara aquel día, pero sabía que tenía que ganármelo a pulso; para ello asistí los sábados a la capilla situada a esquina y media de mi casa.
Continuamente y durante las clases me esforzaba tratando de prestar toda la atención al instructor asignado; sin embargo, un día el catequista nos solicitó dibujar la representación de los primeros cinco mandamientos, pero para mi mala fortuna, comprendí otra cosa, dada la dificultad de visualizar y leerle los labios cada vez que hablaba, además de que constantemente me daba la espalda ocasionando perdiera el contexto del tema y, de pilón, no tenía una pizca de paciencia –aun sabiendo que padecía de sordera- sobre todo, estando consciente de que debía copiar lo que escribía en la pizarra y sus dictados al compañero que se sienta al lado mío.
Bolígrafo en mano, empecé a redactarlos uno por uno, y concluí más rápido que los demás, pero no me atreví a entregarlo por temor a equivocarme –solía ser inseguro-, en tanto esperé que pasara algún compañero a entregar el suyo e imitarlo.
Rato después, cuando levanté la mirada hacía el maestro, observé que empezó a revisar tareas y con tal de no quedarme a tras me puse de pie con toda prisa y fui hacía el, le extendí la libreta e inmediatamente empezó a leer su contenido; sorpresivamente lo cerró de golpe, al tiempo que me lanzaba una mirada centellante y con la misma preguntó:
- ¿Dónde está tu dibujo?
No supe a qué dibujo se refería, tampoco le entendí, pues hablaba rápido y con furia, así que permanecí mudo y con cierto miedo. A leguas se le notaban sus facciones de encolerizado cuando vio que no comprendí por completo –lo dijo con algunos gestos-, pero pude captar algo…
- Creo que le pedí a todos que hicieran un dibujo que represente cualquiera de los primeros 5 mandamientos. Amílcar, si tu no pones de tu parte, créeme que yo no sé por qué pierdo el tiempo con alguien que no pu3ede oír.
De inmediato me sentí inferior a todos; pero me disgustó más el hecho de haberme considerado desinteresado en aprender y realizar la primera comunión.
Lloré… tal vez lloré tan fuerte o quizás fue el eco de la capilla que me puso como el centro de la mirada de los feligreses.
Poco a poco se me fue pasando el llanto, no sé por cuanto tiempo, pero al terminar sequé mis lágrimas y
...