Maria Angelica Recharte Corrales

Madre Angélica Recharte

En Lima capital del Perú, el 2 de Octubre de 1874 nace María Angélica, hija de Don Andrés Recharte coronel de infantería; luchador en varias batallas en la Guerra Perú – Chile, desempeñado una seria de cargos políticos y de Doña María Corrales, ejemplar dama cristiana.

La niña María Angélica fue bautizada por el padre Manuel Guzmán a los 22 días de nacida en la Parroquia Santa Ana. Sus padrinos fueron Doña Eugenia Lazo y el Doctor Andrés Cáceres. Figurando en su partida de bautizo como: María Lucia Ángela Herminia.

Asistió a la escuela de Barrios Altos – Lima y era como cualquier niña: Tierna y buena amiga, estudiosa, humilde, paciente, obediente, dedicada con todos, caritativa y piadosa.

En el seno de su familia aprende a conocer, amar y a contemplar a Jesús en los misterios de su infancia y pasión un especial amor a María, como madre tierna. Pronunciaba muchas oraciones:

• Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día.

• Con Dios me acuesto, con Dios me levanto y la Virgen María, me cubra con su manto.

• Divino Niño Jesús de Praga, bendíceme ahora y siempre.

Angélica era la segunda de tres hermanas. Creció con el cariño, cuidado y formación de sus padres junto a sus hermanas María Rosa y Rosa Amelia.

En su adolescencia gustaba escribir versos, poemas a sus familiares amigos y compañeros y diversos acontecimientos de la vida política y social del Perú.

A MI PADRE

Tu eres padre mi tesoro,

mi amor, mi bien, mi ventura

hoy no sé que es amargura

y de placer de llorar.

Contemplo tierna y dichosa

que eres tallo de estas ramas

que somos las que tu amas

que hacen nuestra vida hermosa.

Mi amor hacia ti es profundo

te lo dice el alma mía

y bendice el santo día

en que tú viniste al mundo.

El cielo que a todos cuida

nos otorgó padres buenos,

que de amor y gozo llenos

son la luz de nuestra vida.

Al celebrar tu cumpleaños

Me regocijo y consuelo,

Que yo he de obtener del cielo

Que nos vivas muchos años.

Y si llena de embarazos

Mi lengua ahora muda queda,

Dejad que hable lo que pueda

Padre! Venid a mis brazos.

En los arboles de su juventud (17 años), su Padre Don Andrés Recharte fallece.

Angélica sufre mucho esta partida quedando en su recuerdo que el Coronel Recharte fue un patriota que dio la vida por su Perú.

Participando en diversos combates como “Dos de Mayo”, “Combate de Palma”, “Guerra con Chile”.

Es cortejada por sus amigos pero ella tiene anclado el corazón en su Jesús.

A los 17 años se aparta des u acostumbrado círculo de amigos y comienza a trabajar como maestra rural en San Mateo-Huarochirí, para ayudar económicamente a su familia.

En el templo de San Mateo, trabaja con tesón por la niñas y niños marginados con los miembros del lugar, la joven Angélica se siente un instrumento disponible al proyecto de Dios.

En este pueblo solitario, como ella lo llama, siente que Dios le habla a su corazón.

Con sus compañeras catequistas forman: UNA COMUNIDAD DE FE, ORACIÓN, REFLEXIÓN Y APOSTOLADO, para un mejor servicio, de la evangelización y catequesis, elabora un reglamento.

Combina estas acciones de apostolado con paseos y sano esparcimiento, despertando generosidad en el corazón de otras personas para que así, sus niños disfrutaran de lo que providencialmente Dios les hacía llegar a manos llenas.

En su apostolado de catequesis, una compañera catequista la indispone ante el padre director, quien le pide que deje la obra.

Es echada con todas sus cosas de la casa del buen pastor; sufre mucho y va en busca de la voluntad de Dios, quien a través de un sacerdote, le manifiesta que no la entregue. Así continúa con su catecismo en el local de la Escuela Municipal de Mujeres.

Le prohíben recibir a los hombrecitos en el catecismo, quienes se quedan en la calle.

Delante de la casa, coléricos unos, llorando otros, porque no se les admitía recibir su formación cristiana.

Llegando a casa comparte su sufrimiento con su ¨Santa Madre¨ quien le manifiesta: ¨Por este catecismo sufres

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