Mario Vargas Llosa
Enviado por sdgfsg • 26 de Mayo de 2014 • 912 Palabras (4 Páginas) • 182 Visitas
Carta de Batalla por Tirant lo Blanch
A imagen y semejanza de la realidad: la idea que el autor peruano destaca, es el carácter tan ambicioso de la novela, su “voluntad deicida”, su pretensión de “novela total”. Esta es una de las ideas más repetidas de Vargas Llosa en torno a la novela: debe ser autónoma, poseer su propio mundo, parecido, pero diferente del real, mostrando una gran cantidad de facetas de esa “realidad” de la novela. Una novela que no consiga esto no es una gran novela. En Tirant lo Blanch como en las novelas de Balzac, Dickens, Flaubert o el propio García Márquez, el autor es un suplantador de Dios, que crea su propio mundo. De hecho, en relación con esto, uno de los puntos que más destaca Vargas Llosa es el punto de vista narrativo de la obra. El narrador es omnisciente, pero casi no se le ve. No emite juicios, no se pronuncia, está escondido, y con ello logra dar a la novela una autonomía mayor, en la que el mundo ficticio existe por sí mismo, no se nos cuenta a través de un mediador. Es una de las grandes novedades técnicas de este libro.
Tirant lo Blanch es, por supuesto una novela de caballerías, pero también histórica, militar, costumbrista, erótica, y (sorprendente en su época) psicológica, ya que profundiza en los personajes e incluso nos muestra a través de un sueño, algo de lo que hoy llamamos subconsciente. Es, pues, una “novela total”, que admite variadas lecturas.
Vargas Llosa aborda, así mismo, aunque no en profundidad el tema de la intertextualidad, y destaca que la obra de Martorell contiene numerosos plagios. Es un rasgo más de la “novela total”, que crea su realidad partiendo de todo: experiencias personales propias y ajenas, historia, y por supuesto, otras obras. Esto no supone un inconveniente si el autor consigue utilizar esos plagios de manera que encajen perfectamente en su mundo de ficción, confirmando así la genialidad de la obra. Vemos con ello, la voluntad de Vargas Llosa de tomar todas las fuentes posibles para la creación, incluida, y quizás una de las más importantes, la fuente literaria.
Una realidad distinta: en este punto se detiene Vargas Llosa a analizar en la obra de Joanot Martorell uno de los pilares de su teoría literaria: el elemento añadido. Nos proporciona una definición bastante buena sobre ese concepto. El elemento añadido es aquello que logra hacer que el mundo ficticio creado en la novela, aunque pueda parecerse al real, tenga sus características propias, sus reglas propias que lo individualizan. En el tercer ensayo de este libro profundiza sobre este tema, para llegar a la misma conclusión, que es que el elemento añadido más importante en Tirant lo Blanch es “la palabra”, la importancia de la palabra como forma, como ceremonia. Todo lo formal adquiere en este mundo ficticio un valor mucho mayor, como también los llantos o desmayos. Para Vargas Llosa Joanot Martorell es un pres digitador,
...