Miguel Covarrubias

El Chamaco, como se conoció a Miguel Covarrubias porque integró una mirada irónica e infantil en cada una de sus obras, fue un artista netamente moderno y un gran humanista, que demostró siempre un gran conocimiento y un entusiasmo inspirador, que lo llevó a convertirse en uno de los creadores más modernos que marcaron el siglo XX.

Cada pieza fue reflejo de sus más grandes pasiones, como lo fueron las mujeres, el ballet, el arte oriental y la cultura prehispánica. Pintó murales, bocetos e ilustraciones que se vincularon a ello, aunque también dibujó caricaturas e ilustraciones para periódicos y revistas, como El Universal, de México, y Vogue, Vanity Fair y Life, de Estados Unidos, respectivamente.

Miguel Covarrubias hizo de la caricatura política una muestra excepcional de la ironía fina, tal como también lo reflejaron algunos colegas destacados que le fueron contemporáneos. Es el caso de Abel Quezada y de Ernesto El Chango García Cabral, quienes junto a El Chamaco representan los iconos de ese tipo de expresión moderna, cuya escuela ha formado a una buena parte de los llamados moneros de la actualidad.

El Chamaco reunió también objetos de culturas prehispánicas, rodó películas y elaboró textos clásicos y fundamentales sobre la Isla de Bali y de las culturas Olmeca y Mezcala, como la obra El águila, el jaguar y la serpiente, que se refiere al conocimiento del arte prehispánico. Abordó la cultura negra y realizó ilustraciones a las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, entre otras aportaciones a la cultura.

Una de las grandes lecciones de El Chamaco fue promover un acercamiento hacia las culturas antiguas, como lo reflejó en un texto sobre el Istmo de Tehuantepec, en el que escribió: “nuestro conocimiento de las culturas antiguas, de estos pueblos está creciendo constantemente, a la vez que los valores modernos del arte nos han ayudado a comprender mejor un arte que hasta recientemente habíamos desconocido y menospreciado”.

Miguel Covarrubias fue uno de los primeros en seleccionar y conservar algunos de los objetos prehispánicos que con el tiempo se volvieron famosos, mismos que donó al pueblo de México. En la actualidad, dichas piezas están catalogadas como algunas de las principales de todas las culturas representadas en las salas del Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México.

Figuras y urnas antropomorfas del arte Maya y Zapoteca; figurillas humanas teotihuacanas; objetos en barro y esculturas olmecas y piezas talladas en piedras verdes de la cultura Mezcala, son algunos de los objetos que fueron propiedad del artista.

Por primera vez, se exhibe la colección particular de Covarrubias, integrada por dibujos, bocetos, óleos y piezas recolectadas en sus viajes, algunos objetos prestados por su sobrina, María Elena Rico Covarrubias, y piezas arqueológicas que

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