Miguel Hidalgo Y Costilla
Enviado por antoniobanderas • 12 de Mayo de 2012 • 515 Palabras (3 Páginas) • 773 Visitas
Nunca dudé del amor que nos teníamos, pero si de la economía que
compartíamos, y sentía miedo de enfrentarme a una situación que desconocía, que era vivir limitada…
Luchábamos día a día porque nuestros padres no se dieran cuenta de las necesidades que teníamos y de alguna manera oír el bello cántico que es y seguirá siendo normal en mi familia de decir: “te lo dije”... así que
hacíamos lo inevitable para que no se dieran cuenta de la situación que
vivíamos, pero fue en vano todo porque obviamente se daban cuenta de la situación… así que no nos quedó más remedio que recibir ayuda de nuestros padres, y tragarnos nuestro orgullo… pero eso si, la condición era seguir estudiando y nada de embarazos… pero es ahí cuando surgió el verdadero drama, porque para lo que nuestros padres era eso un drama, para nosotros era una grandísima bendición…
Empecé a sentir grandes molestias de ascos mareos, y mi estado de ánimo tan sensible era evidente que estaba ¡¡embarazada!! pero era lógico que como primeriza, ni la más mínima idea de que lo estaba... Así que con todo y malestares sin decirle a nadie, ni siquiera a Fernando porque no quería que se preocupara.
Pensé que quizás podría ser la falta de alimento, o el estrés de tantas
carencias que teníamos, los exámenes finales de la escuela para graduarme, el trabajo, mis padres, la casa, la comida, el dinero, la limpieza, uffffffff, etc.
Pensé todo será más tranquilo en 30 días, en un mes me habré titulado y
podré estar más tranquila, solo trabajaré por las tardes y tendremos más
tiempo Fernando y yo para poder estar juntos, pues teníamos meses de solo casi saludarnos como dos desconocidos, y apenas teníamos tiempo por las noches para hacer el amor y decirnos cuanto nos amábamos y nos extrañábamos, y decirnos que pronto pasaría el tiempo y que disfrutaríamos más de nuestro matrimonio, pues llegábamos rendidos de cansancio... anhelaba tener un momentito de descanso de dormir plácidamente como un domingo en casa de mis padres con mi almohada de plumas de ganso, y solo apretar el interphone para que te subieran tu juguito de naranja recién hechicito... Pero no...
Ya no estaba con mis padres, y ese anhelo era demasiado para mi, pero me sentía contenta de estar al hombre amado y no me arrepentía de haber cambiado lujos viajes, carro, alhajas, por estar al lado de mi querido Fer… así que ese día que imaginaba estar tan plácidamente me sentí terriblemente mal, fui a la cocina a beber un vaso de leche exquisitamente fría, cuando el estómago se me revolvió terriblemente y devolví todo, completamente todo, en el instante, que me pasaba? Me sentía tan mal!!! Hoy me titulaba, no podía faltar, así que hice un esfuerzo me arreglé y fui a mi graduación, ya estaba mi querido Fernando, siempre tan puntual,
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