NICOLAS COPERNICO
Enviado por gessiieL • 25 de Agosto de 2011 • 1.258 Palabras (6 Páginas) • 5.865 Visitas
Nicolás Copérnico nació el 19 de febrero de 1473. El 15 de febrero de 1564, en Pisa (Italia), lo hizo Galileo Galilei. El 17 de febrero de 1600 fue quemado en la hoguera el monje y pensador Giordano Bruno y el 13 de febrero de 1678 fue publicado, post mortem, el sistema tychonico del astrónomo danés Tycho Brahe, a mitad de camino entre la teoría geocéntrica de Ptolomeo, y la heliocéntrica de Copérnico (1473-1543). Esta, si bien demostró ser cierta, tuvo varios errores de medición que fueron corregidos por el propio Brahe cuando todavía no existía el telescopio.
En realidad, la teoría de Nicolás Copérnico no era nueva: ya la había propuesto el griego Aristarco de Samos (310-230 a.C.). Sus observaciones, sin embargo, le permitieron recuperarla para sus contemporáneos: uno de los argumentos para justificar la obra que escribió era, precisamente que sus cálculos permitirían a la Iglesia desarrollar un calendario con más exactitud que el que tenían. Pero por otra parte, era consciente de que plantear su sistema de planetas que giraban en órbitas circulares alrededor del Sol resultaba peligroso: sus veinticinco años de trabajo resumidos en De Revolutionibus Orbium Coelestium no fueron publicados hasta después de su muerte en 1543.
Tycho Brahe (1546-1601) no creía en la propuesta copernicana. Pero el dinamarqués tenía a su favor una inventiva tal que para muchos científicos es considerado el mejor astrónomo de observación de todos los tiempos. Diseñó instrumentos de medición de los astros de una precisión hasta entonces desconocida y fue el primero en percibir la refracción de la luz. Su talento hizo que el rey Federico II de Dinamarca y Noruega financiara la construcción de dos observatorios (uno de ellos es el famoso de Uraniborg).
De hecho, las mediciones de Brahe, mucho más exactas que los cálculos que había realizado Copérnico, y las que hizo sobre el planeta Marte sentaron las bases para que, décadas después, su compañero de trabajo Johannes Kepler elaborara sus famosas leyes sobre las órbitas de los planetas. Dos paradojas: una, que Brahe era enemigo acérrimo del copernicanismo, y sin embargo fue el primer descubridor de una supernova que debía estar más allá de Saturno, algo imposible de aceptar para los seguidores del pensamiento aristotélico. La otra, que fueron sus cálculos los que permitieron que Kepler conciliara los trabajos de ambos oponentes: las medidas de uno y la idea de que los planetas giran alrededor del sol.
El sistema que planteó Tycho Brahe, aunque errado, implicaba también una ruptura con el pensamiento oficial: proponía que, si bien el Sol y la Luna giraban en torno de la Tierra (inmóvil, como lo quería Aristóteles), Mercurio, Marte, Venus, Júpiter y Saturno giraban alrededor del sol.
Brahe no sufrió por su "semiherejía", y Copérnico no se animó a publicar su teoría en vida, por lo que no llegó a sufrir persecuciones. Sí padecieron, en cambio, Giordano Bruno y Galileo Galilei, las dos víctimas más famosas del heliocentrismo. Desplazar la Tierra del centro del Universo era un crimen, por lo menos para el mundo cristiano. Sostener la teoría de que esta gira alrededor del sol implicaba cuestionar a los padres de la Iglesia, algo tanto o más pecaminoso que diseccionar un cadáver ("crimen" que impidió que en Occidente se descubriera la circulación de la sangre trescientos cincuenta años después de que los árabes lo hubieran hecho).
Giordano Bruno (nacido cerca de Nápoles en 1548), por su parte encarna el típico pensador del Renacimiento: se ordenó sacerdote a los veinticuatro años, pero fue mucho más que eso. Filósofo, astrónomo y matemático, no tardó en chocar con el dogmatismo de la Iglesia en tiempos de la contrarreforma. Tampoco calzó con la rigidez calvinista, doctrina a la que suscribió durante el poco tiempo que vivió en Ginebra y con la que también terminó enfrentado.
Desde entonces
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