Nick Wallenda
Enviado por Soelil12 • 6 de Abril de 2014 • 2.064 Palabras (9 Páginas) • 286 Visitas
EL HOMBRE QUE CRUZO EL GRAN CAÑÓN COLORADO
Nik Wallenda funambulista estadounidense nacido en Sarasota, Florida, el 24 de enero de 1979,creció actuando junto con su familia, al igual que sus papás, tíos, primos y abuelos, empezó su entrenamiento en las alturas cuando apenas estaba aprendiendo a caminar. Siempre tuvo claro que su profesión sería la de acróbata y, por eso, hoy a sus 34 años le sigue rindiendo honor a su apellido.
El primer desafío o sueño que concreto fue el de que cruzar las Cataratas del Niágara, ante decenas de miles de espectadores atónitos, el equilibrista realizó su sueño de infancia un 15 de junio de 2012, los espectadores lo aclamaron del lado canadiense, a donde llegó pasadas las 22:40 horas locales, luego de haber atravesado 550 metros sobre el precipicio de las cascadas sobre el torrente más poderoso de Norteamérica lo que le mereció un séptimo récord mundial Guinness.
Wallenda ya está listo para un nuevo desafío. Ya habiendo recibido autorización para atravesar el Gran Cañón, una distancia tres veces más larga que la del cruce de las cataratas del Niágara. Uno de los otros sueños de Nik que tenía desde que era un adolescente. “El Gran Cañón fue uno de los lugares que me dejaron una mayor impresión desde que lo visité siendo aún un niño. Desde que tengo memoria, uno de mis sueños ha sido cruzar esta tan espectacular maravilla natural”.
Al fin concreto su sueño y cruzó a pie sobre una cuerda de acero tendida a 457 metros de altura y sin alguna red de protección, la distancia que divide dos extremos de superficies rocosas en el Gran Cañón de Estados Unidos, ubicado en el estado de Arizona este domingo 23 de junio del presente año. Al tener éxito en su misión de caminar sobre la garganta del río Little Colorado, al este del Gran Cañón le tomo unos 22 minutos y 54 segundos completar el recorrido antes de la puesta del sol, estableciendo un nuevo récord mundial.
Nik dijo que su mayor preocupación eran las impredecibles ráfagas de viento que suelen darse en esa remota parte del Gran Cañón fronteriza con la Nación Navajo pero le puso el pecho a la muerte, con el coraje con que siete generaciones de Wallenda han consagrado su vida en el arte de la acrobacia.
Para encarar las diversas posibilidades del error, se había entrenado en su pueblo natal de Sarasota, cuando la tormenta de arena tropical Andrea azotó la costa, también utilizó generadores de aire y simuló las peores condiciones adversas como intentar caminar en vientos de 80 kilómetros por hora.
Recordó a su abuelo acróbata Karl Wallenda y en el peor de los casos, dijo que él no se agarraría de la cuerda como su abuelo, sino que la abrazaría.
"Rodearé la cuerda con piernas y manos, la voy a abrazar como un abrazo de oso hasta que llegue la ayuda”.
"Confío en mi habilidad. Pero uno tiene que ser particularmente cuidadoso en el aspecto mental. Un acontecimiento mundial como éste es muy desafiante, eso verdaderamente influencia mi estado mental".
Y en su trayecto, Wallenda si enfrentó la dificultad del viento, por lo que al menos en un par de ocasiones tuvo que inclinarse y colocarse en cuclillas sobre el cable.
"Tal vez es cierto que no hay que mirar abajo”, "Fue muy estresante, esos vientos eran tan impredecibles".
Wallenda llevó consigo un micrófono y dos cámaras, una que estaba enfocada en la cuenca seca del río y una enfocada adelante. Sus zapatillas de cuero con suela de piel de ciervo canadiense le ayudaron a mantener su agarre en el cable de acero mientras caminaba y una garrocha de 20 kilos le ayudó a mantener el equilibrio.
Unos 600 espectadores que observaron en el lugar en una pantalla de video le aclamaron cuando llegó.
“Creo que Dios me dio un único talento y ese es caminar sobre la cuerda floja. Y para esta nueva aventura he entrenado más que para cualquier otra. No siento que esté probando o jugando a ser Dios, creo que eso sucedería si saltara de un edificio y dijera ‘Bueno, Dios, si eres real, permíteme sobrevivir.’ Pero hago entreno duro para mantener mi talento”.
Ya que durante el recorrido podían escucharse las plegarias de Wallenda a Dios. “Gracias, Señor, gracias”, menciono en varias ocasiones, mientras la fuerza del viento se percibía en el movimiento de su ropa.
Nik Wallenda está casado con Erendira, y tienen tres hijos, y aunque les sorprenda él es miembro de una iglesia evangélica, espera que el uso de su especial talento sirva para dar testimonio de quién es Jesús, por lo que no le teme a la muerte “Supongo que la mayor fuerza que me da mi fe es que sé que si caigo y muero, estoy seguro de a dónde voy”.
A unos centímetros de terminar, incluso decidió trotar sobre el cable, para abrazar de inmediato a su esposa y a sus hijos, que lo estaban esperando.
“Me siento tan aliviada. Al fin puedo respirar”, comentó su esposa. “Es increíble verlo hacer esto”, agregó uno de sus hijos. En tanto, Wallenda dijo que tenía mucha sed, y que sentía que había estado caminando por el desierto.
"Fue un sueño hecho realidad", dijo Wallenda sobre su hazaña. "Esto es lo que mi familia ha hecho durante 200 años, así que es parte de mi legado".
El acto, televisado por el canal Discovery a una audiencia mundial, mostró cómo Wallenda cruzó haciendo equilibrios sobre un cable de acero de apenas cinco centímetros de diámetro y sin la protección de un arnés o de una red de seguridad. Los espectadores de los 217 países donde se pudo ver en directo, tuvieron la oportunidad de ver la acción desde la misma perspectiva de Wallenda.
Como futuro reto peligroso, Wallenda dijo que sueña con andar desde el edificio Chrysler hasta el Empire State Building de Nueva York.
BOICOT CONTRA WALLENDA
Antes de la caminata, un grupo de navajos, hopi y otros indígenas norteamericanos se pararon a lo largo de una carretera cercana con carteles que protestaban por la acrobacia. Esta fue promocionada como una caminata a través del Gran Cañón, un área sagrada para muchas tribus indígenas. Algunos residentes locales dijeron que Wallenda no había precisado con exactitud la localidad y dijeron además que la Nación Navajo no debería promover el riesgo de una vida por beneficio del turismo.
“El señor Wallenda debería comprarse un sistema de posicionamiento global o que alguien le regale un mapa”, dijo Milton Tso, presidente de la comunidad de Cameron en la Nación
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