Odisea Cósmica

Te invitamos a enfrentar un desafío: en el procesador de palabras menciona tres pruebas aportadas por Aristóteles sobre la forma curva de la Tierra (para hacerlo, puedes revisar el documento de la Revista electrónica “Odisea Cósmica” Descubre el Universo y reflexionar sobre lo que has leído aquí), agrega a ellas otras dos pruebas actuales que nos permitan saber la forma de nuestro planeta. Salva tu trabajo con el título: Forma de la Tierra, incluye tu nombre y apellidos. Cuando lo termines, consideres que está completo y cumple con la calidad solicitada, envía tu trabajo a tu asesor.

Revista electrónica “Odisea Cósmica” Descubre el Universo

Artículos y noticias de actualidad astronómica y espacial.

La Esfericidad de la Tierra: De la Antigüedad a Colón

Parte 1

Existe en nuestros días una creencia muy extendida de que la Tierra era plana para los antiguos. Esto es inexacto y hoy sabemos que muchos viajeros especialmente los marinos conocían que la Tierra era redonda e incluso los pensadores y científicos primitivos se atrevieron hasta medir su diámetro.

En la antigüedad no existían computadoras, satélites artificiales o aviones. Quizá precisamente por eso la humanidad desarrolló un agudo sentido de la observación. Ese mismo sentido podemos aplicarlo hoy en día para probar que la Tierra es redonda.

Existen tres razones por las que los antiguos, y nosotros mismos, pudieron probar la esfericidad de la Tierra:

1. Los barcos vistos desde la orilla se hunden gradualmente en el horizonte de la misma manera que los edificios de la costa se hunden bajo el punto de vista de los marinos adentrándose en el mar. Lo último que se ve de los barcos al alejarse de la costa es el velamen y el casco queda oculto. La razón es que la curvatura de la Tierra se nos presenta como un pequeño montículo detrás del cual se hunde el barco empezando por el casco y acabando por las velas.

En la imagen la parte inferior desaparece, la parte inferior del barco se oculta por la curvatura de la Tierra.

2. Como observó desde muy antiguo el filósofo griego Aristóteles la sombra terrestre en los eclipses lunares produce una sombra redonda. Aristóteles afirmó hace más de 2300 años: "Mientras que en las fases lunares las líneas de sombra son de diferentes formas: recta, convexa o cóncava; en los eclipses de Luna la línea divisoria es siempre redondeada. En consecuencia si el eclipse es debido a la interposición de la Tierra la línea redondeada resulta de su forma esférica."

3. También sucede que al viajar al sur vemos estrellas que no veíamos desde nuestro lugar de partida y dejamos de ver algunas que veíamos desde el inicio del viaje. Esta observación es plenamente consistente con la idea de una Tierra esférica.

Parte 2

La idea de una Tierra esférica es muy antigua y se remonta al menos a los tiempos de la filosofía griega clásica y posiblemente también a la filosofía india antigua.

El concepto de una Tierra esférica desplazó a antiguas creencias sobre una Tierra plana. En el pensamiento mesopotámico se consideraba que el mundo era un disco plano flotando en el océano y este retrato de la Tierra fue plasmado en los primeros mapas de la Tierra realizados por Anaximandro y Hecateo de Mileto. Otras especulaciones sobre la forma de la Tierra se basaban en un zigurat de siete alturas o montaña cósmica basada en creencias persas.

Los primeros filósofos griegos se refieren a una Tierra esférica aunque un tanto ambiguamente. Pitágoras (Nacido en 570 a. C) basaba la creencia de que la Tierra y los demás planetas eran esféricos porque, para él, el sólido geométrico más armónico era la esfera.

Después del siglo V antes de Cristo todos los filósofos griegos con cierta reputación están de acuerdo en que la Tierra es redonda.

Platón (427-347 a. C.) viajó al sur de Italia para estudiar las Matemáticas pitagóricas. Cuando regresó a Atenas fundó una escuela y entre otras cosas enseñaba allí que la Tierra era una esfera. Si el hombre pudiera volar más alto que las nubes la Tierra parecería "una bola hecha de doce piezas de piel formando un mosaico de colores."

Aristóteles (384-322 a. C.) fue discípulo aventajado de Platón. Aristóteles observó: "Hay estrellas que pueden verse desde Egipto y [...] Chipre que no pueden verse desde regiones más al norte." Ya que esto sólo puede suceder en una superficie curva, él también creía que la Tierra era una esfera "de un tamaño no muy grande, puesto que de otra manera el ligero

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