Pedro Henríquez Ureña

Pedro Henríquez Ureña

La vida de este autor será el desarrollo del siguiente contenido, presentando sus aportes a la literatura dominicana y conociendo el personaje que protagonizó en nuestra historia. El fin de este texto será el de dar a conocer a uno de los educadores dominicanos más grandes y los tesoros que dejó en la sociedad en obras y trabajos.

Nacido el 29 de junio de 1884 en la ciudad de Santo Domingo. Desde joven desarrolló el gusto por los clásicos, el teatro español, la novela Francesca y el teatro de Ibsen debido a que, fue un asiduo asistente a centros de reuniones y lecturas que se realizaban en su hogar. Hijo de Salomé Ureña y Federico Henríquez y Carvajal. Al ser descendiente de estos personajes, su hogar fue un centro intelectual que terminó llevándolo por el camino de la literatura y la educación.

Considero que Henríquez Ureña era inspirador, ningún autor ha sabido dejar una huella en el corazón de un lector como él lo hace. Cuando lo leo siento que su escritura se extiende por cada rincón. Debería ser admirado como una importante figura en América y hasta Europa, porque supo ser un majestuoso escritor desde siempre con sus orquídeas literarias e hizo lo imposible para elevar la Educación en nuestra sociedad, la cual he considerado que ha sido muy pobre.

Veo su trabajo como un arte para que nuestra lengua fuera pulcra y pura, por su capacidad de emplearla al nivel de dejarme saciada a mí y a cualquier otro lector que buscara deleite en todas sus obras. El ensayista vivió en Argentina hasta su fallecimiento en mayo de 1946, donde siguió desarrollando su vocación como maestro del Colegio Nacional de la Plata, convirtiéndose en el más grande de los escritores latinoamericanos de la época.

Pedro Henríquez Ureña se  desarrolló como escritor y laboró para que la limpieza en la Escritura prevaleciera. Preocupado por la pureza del lenguaje y amante de los clásicos, dedicó su vida a la mejora de la sociedad por medio de la Educación. Es un personaje importante en la historia de la literatura dominicana que prevalecerá en los libros que publicó y cada una de sus valiosas obras, pues no sólo nos dejó escritos, sino que representó a nuestra isla en muchos lugares con su gramática y sabiduría.

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