Presión arterial normal

Presión arterial normal

La presión arterial normal varia de in momento al otro, pero dentro de límites muy estrechos, porque el aparato circulatorio dispone de mecanismo nerviosos, capaces de amortiguar rápidamente cualquier tendencia a las desviaciones en un sentido o en otro. Hay, sin embargo, variaciones fisiológicas normales por las diversas influencias de la actividad del organismo, aunque suelen ser poco amplias.

Al medir la presión arterial se considera siempre un valor máximo o sistólico y uno mínimo o diastólico.

Se suele admitir, como límite superior de lo normal, a los 20 años, 120/80; a los 40, 140/85 y 150/90 a los 60 en adelante.

Regulacion de la circulación

En el bulbo raquídeo se encuentra un centro nervioso denominado centro vasomotor que tiene como función especifica regular el tono constrictor -el grado de estrechamiento- de las arterias y, especialmente, de las arteriolas.

Desde las neuronas que constituyen el centro vasomotor parten fibras nerviosas que -siguiendo las vías eferentes del sistema vegetativo- alcanzan los vasos sanguíneos. Todos los vasos -pero sobre todo las arterias- reciben fibras vegetativas que les envían dos tipos de impulsos: unas fibras llevan impulsos constrictores y otras poseen impulsos dilatadores.

Los receptores periféricos dispuestos en las arterias, en especial sobre el carado aórtico y el seno carotídeo, detectan variaciones de la presión arterial y la composición de la sangré e informan acerca de las mismas al centro vasomotor bulbar; este se encarga entonces de enviar el estímulo adecuado para normalizar la situación.

Todas las características fisicoquímicas que se han de mantener para el desarrollo normal de un individuo se llaman constantes del medio interno; una de ellas es la presión osmótica. La conservación de la contantes requiere la existencia de delicados mecanismos fisiológicos de regulación. El riñón sirve para eliminar todo aquello que amenaza las constantes y para retener todo lo que es necesario para que éstas permanezcan invariables.

Que la presión osmótica se mantiene constante quiere decir que no varía la concentración de sustancias disueltas en el medio interno; que el plasma sanguíneo -o los líquidos intersticiales- ni se concentra ni se diluye.

Claro está que siempre hay pequeñas variaciones alrededor de este valor medio, pero tan poco importantes, que de ordinario no se puede valorar con los métodos corrientes de la concentración de laboratorio. y, a pesar de esta constancia de concentración de líquidos circulantes en el organismo, continuamente está entando y saliendo agua. Pero el balance entre el agua y las sales que ingresan en el organismo y el agua y las sales que pierden por los excretas, se equilibra de tal manera que la presión osmótica no varía.

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