Recordando A Pita Amor

Recordando a “Pita Amor”,

la poeta apasionada

Nuestro México está envuelto de grandes talentos en la pintura, la escultura, la música, la danza y por supuesto en otra de las bellas artes que es la literatura. Innumerables escritores se enlistan en este rubro, una de ellas es Guadalupe Teresa Amor Schidtlein, mejor conocida como “Pita Amor”.

Ella nació el 30 de mayo de 1918 en la Ciudad de México. A edad temprana mostró gran inclinación por la escritura y dejó ver su enorme sensibilidad.

Desde muy joven, Pita concurrió entre los artistas e intelectuales de México, gracias a su hermana Carita, colaboradora de Carlos Chávez y fundadora de la Galería de Arte Mexicano que fue acondicionada en el sótano de la casa de su padre y donde desfilaron Rivera, Orozco, Tamayo, Siqueiros, O'Gorman, entre otros.

Fue una poeta que se caracterizaba por lo cuidadoso de sus textos, por darle a cada emoción plasmada su tiempo y su lugar específico en los poemas, en los que habló de la soledad, de la muerte y de la angustia con un estilo muy apasionado que la hizo distinguirse entre el resto de los poetas de su época.

Sus textos causaban gran polémica, lo mismo que su vida personal, debido a que se le involucró en romances con toreros, pintores, artistas y escritores. Todo ello hizo que su trayectoria personal y profesional fuera muy comentada.

De sus obras publicadas destacan los poemarios: Yo soy mi casa (1946), Puerta obstinada (1947), Círculo de angustia (1948), Polvo (1949), Décimas a Dios (1953), Sirviéndole a Dios, de hoguera (1958), Todos los siglos del mundo (1959), Soy dueña del universo (1984). Y dentro de la narrativa: Yo soy mi casa (1957) y Galería de títeres (1959).

Pita Amor fue además de una destacada escritora, una mujer valiente, decidida y brava. Precursora de la liberación femenina, que se abrió paso en una tierra y una época marcada por poetas hombres. Falleció el 30 de mayo de 2000.

Por Qué Me Desprendí… de Guadalupe (pita) Amor

¿Por qué me desprendí de la corriente

misteriosa y eterna en la que estaba

fundida, para ser siempre la esclava

de este cuerpo tenaz e independiente?

¿Por qué me convertí en un ser viviente

que soporta una sangre que es de lava

y la angustiosa oscuridad excava

sabiendo que su audacia es impotente?

¡Cuántas veces pensando en mi materia

consideréme absurda y sin sentido,

farsa de soledad y de miseria,

ridícula criatura del olvido,

máscara sin valor de inútil feria

y eco que no proviene de sonido!

...