Silviano Enríquez

Una vida dedicada a la ciencia… Silviano Enríquez Correa

El instituto literario se estableció en marzo de 1828 y sus primeros años de vida fueron dificultosos, pues en 1830 fue suprimido y reabierto en Toluca en 1833. Para 1835 otra vez fue cerrado y finalmente reabierto hasta 1846. Su primera Ley Orgánica y Reglamento interior se publicaron en 1851, donde se especifica que se impartían las carreras de Jurisprudencia, Comercio, Agricultura e Industria, además de contar con Escuela de Primeras Letras y talleres diversos.

Hacia la segunda mitad del siglo XIX se promovieron reformas educativas destinadas a un enfoque industrial, el Instituto se vio inmerso en ellas, pues se fortalecieron los estudios preparatorios y superiores.

El nuevo orden en la educación siguió los lineamientos e ideas del positivismo, alentando al progreso y reorganización social mediante la ciencia, por lo que en 1870 se  ejecutaron los planes de estudio en materia de artes y oficios, agricultura, veterinaria, ingeniero topógrafo, mecánico, de minas, civil, geógrafo e hidrógrafo y ensayador de metales.

Se autorizó la construcción del Laboratorio de Química, iniciando el camino positivista que el Instituto seguiría por muchos años.

Dentro del Instituto se puede distinguir en diversos expedientes del Archivo Histórico ICLA, la manifestación de estas reformas en el ámbito académico, pues se observa la formación de una sociedad científica y literaria, integrada por alumnos y profesores del establecimiento, cuyo  objeto era estimular a los institutenses y fomentar el adelanto en las áreas que cada uno dominaba.

Uno de estos institutenses fue Silviano Enríquez Correa, quien fue alumno pensionista de la municipalidad de Villa del Carbón desde 1868 a la edad de 15 años. Como estudiante le tocó enfrentarse a las nuevas reformas educativas y a los enfoques del sector industrial, esto es, de vincular los estudios superiores con las necesidades de la sociedad en la que estaba inmerso.

Concluyó los estudios preparatorios donde cursó las materias de Ciencias Naturales, Matemáticas, Física y Química, fue discípulo del destacado profesor de química Francisco Villar. Le tomó tanto interés a esta materia que decidió dedicar su vida a la difusión y enseñanza de la química desde lo elemental hasta lo profesional.  

Terminó la carrera de Ingeniero Topógrafo de 1872 a 1875 y un año después de graduarse presentó su examen de oposición para impartir las clases de Química.

Desde su aprobación como catedrático, Silviano Enríquez se convirtió en un académico entregado a la formación de estudiantes y al fortalecimiento científico del Instituto. Logró la instalación, funcionamiento y mantenimiento del primer Gabinete de Física, Química e Historia Natural, para la enseñanza de las ciencias naturales.

Enríquez fue un docente autodidacta que modernizó los programas de los cursos de química, escribió libros de texto, entre los que destacan: Compendio de Química General, primera parte, Química Racional y Compendio de Química General, segunda parte,  Química Tecnológica y Apuntes complementarios al estudio de la Química.

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