Sor Juana Ines De La Cruz
Enviado por ed12 • 13 de Octubre de 2013 • 693 Palabras (3 Páginas) • 211 Visitas
INTROCUCCIÓN
Sor Juana Inés De La Luz es una de las figuras más representativas de las letras hispanas, A más de trescientos cincuenta años de su natalicio, el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz es uno de los más conocidos de las letras mexicanas.
Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su habilidad versificadora.
En 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, Esta vez definitivamente.
Teniendo en cuenta la época que le tocó vivir fue una mujer que se adelantó a su tiempo logrando superar las fronteras impuestas socialmente en tiempos coloniales a las mujeres.
JUANA INÉS DE LA CRUZ
Juana Inés nace el 12 de Noviembre de 1648 en la entonces alquería de San Miguel Nepantla, hoy Estado de México.
Sus padres, Pedro Manuel de Asbaje y Vargas, era un vasco nacido en la provincia norteña de Guipúzcoa quien, procedente de la baja nobleza, buscó horizontes en el mundo de las colonias, y su madre Isabel Ramírez de Santillana.
Aprendió a leer a los tres años cuando a escondidas de su madre, acompañaba a su hermana mayor a sus clases, y surgió en ella un deseo tan grande de aprender a leer que le mintió a la maestra diciéndole que su madre ordenaba que también a ella le diese la lección.
Su crianza estuvo a cargo del abuelo materno, Don Pedro Ramírez, en una hacienda de Panoayán, México hasta su muerte en 1656, cuando por orden de su madre se dirige a la capital. Allí reside bajo la tutela de su hermana, María Ramírez, y toma clases de latín con el bachiller Martín de Olivas, logrando dominar la lengua con tan sólo veinte lecciones.
Cuando tenía apenas trece años, Juana Inés fue llamada a la corte virreinal para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa de Mancera, quien era una dama muy culta y sentía un gran amor por las letras. El ambiente de la corte influyó definitivamente en la formación de Juana Inés, pues los virreyes protegieron a Sor Juana de manera decidida. El virrey, asombrado por la sagacidad demostrada por Juana, convocó a cuarenta letrados de varias facultades para que le aplicaran a la joven una prueba extraordinario y ésta, dejando sin argumentos a los académicos, superó el examen en condiciones de excelencia, lo cual despertó una gran admiración hacia su persona.
El 24 de febrero de 1669 tomó los votos definitivos y se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz. Allí Sor
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