Todo Es Posible

El 5 de agosto de 1964 en Toa Alta, un pueblo de la isla de Puerto Rico, nació René, el octavo hijo de once hermanos. Desde muy pequeño fue el niño enfermizo de la familia. Rodeado por sus problemas de salud se encerraba por largas horas en su pequeño mundo: el de la música. Un día, en su juventud, Dios lo sanó de toda dolencia transformando aquel débil pequeño en un gran hombre de Dios que ama restaurar las almas con una simple mirada de misericordia y una caricia en sus palabras.

Respaldado por su familia, Damaris su esposa, su hijo René Antoinelle y sus hijas Darinés y Darián, René lidera un numeroso grupo de jóvenes en su iglesia de Puerto Rico. Combina su responsabilidad como pastor de jóvenes con la ardua vida de un artista.

"Puedo combinar ambas situaciones muy bien, en realidad creo que aprovecho la música para poder llegar a los corazones. Cuando era muy joven, el pastor me pidió que dirigiera a los jóvenes de la iglesia. Lo miré asombrado y me pregunté a quiénes guiaría si no había juventud en la congregación. Pero eso no me desanimó. Oré a Dios y El me encendió la bombilla, la imaginación. Realicé un censo entre las parejas de nuestra congregación y les pregunté por sus hijos. Luego llamé a cada uno de esos jóvenes y los invité a un concierto en la iglesia; así comencé a ministrarlos. Hoy cuando yo no estoy allí constantemente, existen líderes juveniles que me ayudan con el trabajo pastoral", apunta.

Cuando René González sube a una plataforma para ministrar con sus canciones, algo asombroso ocurre con la audiencia. Con sensibilidad y frescura comparte cada tema musical que intercala con mensajes genuinos de la Palabra. Reconocidos cantantes como Vicente Montaño y los Montaños, Benjamín Rivera, Jaci Velásquez y otros, han interpretado temas escritos por él. Cada una de sus letras reflejan el corazón de Dios, al respecto René cuenta:

"Durante mis momentos de devoción y meditación, le pido a Dios que me permita descubrir lo que hay en su corazón para poder escribirlo. Así experimenté la bendición de recibir flechazos del cielo y escribir canciones completas, de principio a fin. Eso me sucedió con varios temas, entre ellos: 'Mi barca', 'No te rindas' y algunos otros. En otras oportunidades viene a mi boca solamente una música que comienzo a tararear y rápidamente la grabo para no olvidarla. También escribí canciones impulsado por un tema específico, por ejemplo cuando conocí a una persona que había experimentado una situación de fracaso por una mala decisión en su vida y aquellos que siempre hablaban de misericordia... en ese caso no la tuvieron. Al ver esto le pedí al Señor que me diera una canción que movilizara a la gente sobre esta situación, así nació 'Después de la caída".

René González expresó con sinceridad y lágrimas en sus ojos,

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