UN MANUSCRITO PERDIDO DE JOSÉ MIGUEL CONTRERAS
Enviado por orlandohistoriad • 30 de Enero de 2013 • 490 Palabras (2 Páginas) • 448 Visitas
UN MANUSCRITO PERDIDO DE JOSÉ MIGUEL CONTRERAS
Autor: Orlando Yedra
Noviembre de 1967 fue un mes de singular agitación política en Venezuela, como consecuencia de las pugnas intestinas que amenazaban con fracturar a Acción Democrática, partido de gobierno. Las corrientes de Gonzalo Barrios y Luis Beltrán Prieto Figueroa se disputaban el nombre y los símbolos del partido blanco[1], pero, sobre todo, las simpatías de la militancia, luego de unas azarosas y viciadas elecciones primarias. En la práctica no había uno sino dos AD: el gonzalista —respaldado por el presidente Leoni, y el pleno del CEN (Comité Ejecutivo Nacional) —, y el prietista, que gozaba del apoyo mayoritario de las bases. El estado Lara no estuvo al margen de la contienda. En Barquisimeto, José Miguel Contreras, prietista conspicuo, ocupaba, a la sazón, el cargo de supervisor de la Octava Zona Escolar.
El de Ejido acompañó desde un primer momento la candidatura de Prieto, su viejo amigo y maestro. Y lo hizo de manera muy activa. El viernes 24 de noviembre, en la sede del AD-Prietista en Barquisimeto, ofreció una conferencia sobre el margariteño. La disertación, cuyo título no recoge la reseña periodística[2], estaba dispuesta en tres partes: Prieto el maestro, Prieto el legislador y Prieto el líder. Contreras se sirvió muy bien de sus dotes de orador, pues, como atestigua la prensa, «la conferencia […] suscitó […] comentarios bastante favorables por parte de las personas que estuvieron presentes en el acto», que no dudaron en calificarla como «una brillante exposición»[3].
Debido al éxito «la Dirección regional del movimiento prietista acordó publicar la conferencia en un folleto que será vendido para incrementar las finanzas de la organización». La tarea fue encomendada a Fulgencio Orellana, destacado impresor y tipógrafo barquisimetano, quien hacía las veces de Jefe de Prensa del prietismo. Este, al ser consultado por el periodista de El Impulso, manifestó «que próximamente se iniciará la elaboración del folleto para ser distribuido en todos los comités de organización». Más claro imposible. Con todo, en un lustro de pesquisas, no ha sido posible dar con algún ejemplar del opúsculo. Ni en los anaqueles de las bibliotecas públicas del estado, ni entre parientes o amigos del maestro se ha hallado huella del texto. Es más, ni siquiera se conserva el manuscrito original. ¿Sería publicado finalmente? ¿Habría acaso alguna edición limitada, solo para uso de la dirigencia? ¿Se imprimirían a lo menos las pruebas? o, como es dable sospechar, ¿Los vaivenes políticos de entonces enviarían el texto al congelador? ¿No llegaría a las prensas el manuscrito del ejidense? Nada conclusivo se puede afirmar por de pronto. Sin embargo, no abandonemos la esperanza de hallar, algún
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