UNA MIRADA RETROSPECTIVA. MI FORMACIÓN DOCENTE
Enviado por mallellita • 4 de Septiembre de 2014 • 1.294 Palabras (6 Páginas) • 486 Visitas
“UNA MIRADA RETROSPECTIVA: MI FORMACIÓN DOCENTE”
Alrededor de dos años me he estado formando como docente de educación secundaria y he podido darme cuenta que para ser un buen maestro se necesita de muchas habilidades, actitudes, valores y hoy en día competencias que te posibiliten desempeñar un buen papel como educador y asimismo desarrollar tareas y habilidades al momento de trabajar con los grupos escolares, que éstos noten que estás preparado para desempeñar el gran trabajo que se te ha encomendado y que lo haces con la disponibilidad requerida para ello. Sin embargo, para todo lo anterior es necesario que el docente se enfrente a muchos retos que no serán fáciles de superar, esto lo puedo constatar a base de las diferentes experiencias que viví durante el desarrollo de mis jornadas de observación y práctica docente, en las que tuve que enfrentarme a diversas situaciones y retos que en un inicio obstaculizaban mi buen desempeño con los grupos escolares.
El principal desafío al que tuve que enfrentarme fue al momento de elaborar un formato de planificación que me permitiera lograr los aprendizajes esperados del contenido a tratar, ya que no sabía qué tipo de actividades eran las más convenientes para lograr el objetivo planteado y en muchas ocasiones aunque tenía tantas ideas en mente no lograba identificar cuáles eran las que sólo me servirían de relleno y cuales aquellas que me permitirían lograr un nuevo aprendizaje en los estudiantes; es muy difícil como principiante saber tomar una buena decisión en cuanto a estas dos características, ya que no se trata solo de desarrollar infinidad de actividades y que todas te sirvan para lo mismo, si no que aunque estas sean pocas te permita que en cada una de ellas se adquieran nuevos conocimientos, cumpliendo así el aprendizaje esperado que tu programa de estudios maneja.
Por otro lado, también me encontré ante un reto que por insignificante que parezca me fue y me es aún difícil de controlar, el tiempo; ya que al momento de decidir los minutos que asignaría a cada una de mis actividades, siempre me encontraba con la incógnita de que si a mis alumnos ese momento asignado para la actividad sería el suficiente, si sobraría mucho tiempo o si solo me daría tiempo culminar con mi primera actividad; y es que cada grupo es diferente, todos los alumnos tienen características únicas e irrepetibles que los hacen distintos a los demás; por ejemplo, en mi primera jornada de práctica me fue asignado un grupo de primer año ubicado en la Escuela Secundaria No. 2 “Jaime Torres Bodet”, en mi grupo contaba con veintidós alumnos y siempre los consideré muy activos, puesto que al momento de desarrollar las actividades la mayoría de las veces me las terminaban minutos antes del tiempo ya establecido en la planificación y tenía que asignar nuevas actividades, así como resolver dudas dentro del aula; sin embargo en mi segunda jornada, en la que trabajé con el grupo 1ro B ubicado en la Escuela Secundaria No. 78 “Francisco Alonso Zamora” de la comunidad de Pololcingo pude ver la gran diferencia que existía con respecto a mi grupo anterior, ya que en muchas ocasiones el tiempo que yo había asignado a cada actividad no era suficiente para ellos y tenía que asignar las actividades faltantes en la clase como tarea para que de esta manera mi trabajo y el de ellos no se viera afectado al momento de estar abordando el contenido; y es que en base a estas experiencias y a lo que he aprendido a lo largo de mi formación se que el docente debe estar alerta y atender la diversidad de los grupos escolares a base de diferentes estrategias que ayuden a cumplir con las expectativas del plan y el programa de estudios (en este caso de Ciencias); por lo que ello implicaría un reto más para el maestro,
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