Un Relato Dobre Etica, Opciones,exito Y Un Conejo Muy Grande
Enviado por yeseniapa • 18 de Noviembre de 2014 • 1.029 Palabras (5 Páginas) • 819 Visitas
La información que sigue es producto de una reflexión sobre el libro de Marianne Jennings, “Un cuento de negocios. Un relato sobre ética, opciones, éxito y un conejo muy grande”.
Hablar de ética es escudriñar la esencia humana en todas su dimensiones, por eso la autora se inventa un conejo con un solo propósito: perseguir la consciencia del su amo o amigo: Edgar, protagonista de esta historia, un conejo grande pero invisible a los demás humanos, únicamente presente en la mente y realidad del mundo de su acompañante, un hombre comprometido en poner en práctica la famosa expresión o sistema de valores que su fantasma o pooka le enseñara: “No sería honesto. No estría bien”.
Producto de esta filosofía de accionar en la vida, Edgar, perfila su rol en la sociedad apegado a principios y valores que se vuelven práctica común en su formación humana y personal desde la infancia cuando le apareció su pooka y que lo practicaría hasta cuando se vuelve un hombre próspero en el mundo de los negocios y finanzas, su vida no fue fácil, le rodearon elementos adversos a su convicción desde los compañeros de aulas escolares acostumbrados a copiar desde sus “fichas nemotécnicas” los exámenes escolares hasta la falsificación contable en las grandes corporaciones donde tuvieron la oportunidad de colaborar.
Edgar cobijado por su praxis axiológica fue un modesto colaborador de cobros de peaje, lugar donde vio pasar el tiempo con rectitud y prudencia, con serenidad y tolerancia, mientas sus compañeros de aula rápidamente escalaban puestos ejecutivos en las corporaciones y arribaron a la cúspide del éxito, la realización personal y la gloría financiera sin mirar las circunstancias y las implicaciones que sus malas prácticas le significaría en el futuro: la quiebra, el despido, la prisión.
Jennings, trae como corolario algunos postulados producto de su historia que bien valen analizarlo independientemente:
“La honestidad es un asunto exigente” y tiene razón, en una sociedad mercantilista, vacía de principios y valores que sólo piensa en la fortaleza de lo económico y material, es muy difícil sacar fuerza de flaqueza para vencer las tentaciones de la corrupción y la mentira. Ser honesto ya no es un valor cotizado, al contrario es un sinónimo de lentitud y retardo frente a las oportunidades que la mala práctica comercial y administrativa maneja en la vida diaria.
“Seguir las reglas del juego significa sufrir una contrariedad de vez en cuando”. Si la sociedad impone estándares axiológicos de desarrollo convivencial, que no están apegados a las normas del bien hacer y del bien actuar, se genera un conflicto existencial en las personas que privilegian los valores humanos como una práctica de vida, pues bien lo dice el refrán “o estas con migo o estás en mi contra” este es el punto de quiebre entre el bien y el mal. Hay que tener la solvencia y fortaleza moral para direccionar los actos humanos en función de la línea correcta que demarca la fina división entre lo saludablemente ético y lo perjudicialmente corrupto.
“Hacer lo correcto, a menudo, implica más trabajo” y se da por la siguientes razones: lo correcto no siempre es fácil,
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