Yelena Isinbáyeva

Infancia

Yelena Isinbáyeva nació en Volgogrado, Rusia, un 3 de junio de 1982 y desde muy joven mostró mucho talento para el deporte, pero no pudo perfeccionarse en ese momento ya que venía de una familia humilde. Su padre se dedicaba a los trabajos de plomería y su madre trabajaba de cajera de un supermercado. Tanto ella como su hermana estudiaron en un colegio del estado donde ya se destacaba en el deporte, sin embargo nadie creyó en los logros que posteriormente alcanzaría.

Al concluir sus estudios secundarios, decidió estudiar ingeniería técnica por lo cual ingresó a la universidad para llevar a cabo esta carrera. Tiempo después, se dio cuenta que lo que verdaderamente le gustaba era la educación física, así que decidió optar por dicha carrera y así obtener el título de licenciada.

Si nos remontamos a su niñez y a sus primeros pasos en el deporte, Yelena empezó desempeñándose en la gimnasia artística a muy corta edad, su meta eran las barras paralelas hasta que a los 15 años su entrenador al ver como su altura iba acrecentándose con el correr del tiempo le recomendó que optara por otra especialidad, específicamente en atletismo y en salto con garrocha.

Este hecho circunstancial significó la intromisión de la atleta en la pértiga para nunca más abandonarla. Por su velocidad, fuerza y altura presentaba excelente condiciones para desempeñarse de buena manera.

1997 fue el año en que oficialmente comenzó a practicarlo y Yevgueni Trofímov fue su primer entrenador y mentor con quien logró 18 récords del mundo en apenas dos temporadas (2004 y 2005), luego a finales del 2005 se alejaría de sus órdenes para ser entrenada por el búlgaro Vitali Petrov con quien sólo conseguiría batir 11 récords en cuatro temporadas aunque en 2011 volvería a reunirse con Trofímov tras sus sendos fracasos en los mundiales cubiertos de Doha.

¿Qué es el salto con pértiga o salto con garrocha?

Es una de las disciplinas más esperadas por su espectacularidad y por la participación de una cantidad de atletas de alto nivel como es el caso de Isinbáyeva. La “Zarina” de las alturas como se la conoce, posee múltiples récords y ha contribuido a que este deporte se convierta en un fenómeno mundial principalmente debido a sus incontables hazañas.

El objetivo principal del salto con garrocha es superar una barra transversal situada a gran altura con la ayuda de una pértiga (garrocha) flexible, la cual mide entre 4 a 5 metros de longitud y suele ser de fibra de vidrio y carbono. El tipo de garrocha a utilizar dependerá del nivel técnico del saltador, de su peso y la velocidad con la que llega a la batida. Los atletas disponen de tres intentos para superar cada altura, que va a aumentando según el reglamento de cada prueba, de la que quedan eliminados si realizan 3 saltos nulos de manera consecutiva. Todo esto requiere de una buena velocidad de carrera, músculos fuertes en la espalda y una gran habilidad gimnastica. Figura en el programa de atletismo en los Juegos Olímpicos desde su primera edición de Atenas 1896, en lo que respecta a la categoría masculina. La categoría femenina no debutó hasta la edición de Sídney 2000.

Un poco de historia sobre el salto con garrocha

Este deporte tuvo sus primeros inicios en Gran Bretaña y el material utilizado en ese entonces era la caña de bambú. Los primeros atletas en superar los tres metros fueron Robert Musgrave y Robert Towers quienes en un torneo disputado en la ciudad de Newcastle pasaron la varilla en los 3,05 metros en 1854. Este registro fue superado paulatinamente durante el resto del siglo XIX, hasta comienzos del XX, llevando la marca a los 3,95 metros mediante el deportista norteamericano Robert Gardner en 1912.

A partir de la fundación de la IAAF sólo se reconoció como récords mundiales los registros que se hacían con caña de bambú. El primer saltador que inició con los primados mundiales a partir de ese momento fue el norteamericano Marc Wright quien en Massachusetts debutó nada menos que pasando por primera vez los cuatro metros: 4,02. Esto ocurrió también durante 1912.

A través de la historia se han registrado marcas que en su época eran inalcanzables aunque posteriormente irían siendo batidas. Entre algunos saltadores reconocidos podemos mencionar a los estadounidenses Sabin Carr, Lee Barnes, Bill Miller, Bill Graber, Keith Brown quienes fueron superando saltos que iban desde los 4,27 metros hasta llegar a los 4,39. Por otro lado si debiéramos nombrar a los saltadores más emblemáticos en esta disciplina uno de ellos sería sin dudas el atleta estadounidense Cornelius “Dutch” Warmerdam quien en 1942 llegó a establecer un récord de 4,77 metros que se mantuvo vigente durante 15 años utilizando hasta ese entonces una garrocha hecha de caña de bambú.

La era de la fibra sintética llega casi a principios de la década del 60. Este tipo de garrocha está hecha de fibra de carbón, el cual se dobla para acumular energía potencial y luego se extiende dando como resultado energía cinética (energía que posee debido a su movimiento). La gran dificultad en esta modalidad de salto, es tratar de coordinar la acción del saltador mientras el implemento se flexiona y luego se extiende bruscamente. Con esta nueva técnica los récords mundiales fueron muchos más amplios tanto en modalidad de pista al aire libre como de pista cubierta. Se llegó a saltar la varilla a una altura de 4,83 metros y posteriormente fue siendo superada hasta alcanzar una marca descomunal. En la actualidad los récords aún vigentes en el salto con garrocha pertenecen a dos personas, por un lado el famoso Serguéi Bubka quién posee el récord del mundo al aire libre con una marca de 6,14 metros establecido en Sestriere (Italia) y por el otro el francés Renaud Lavillenie quien es poseedor del récord mundial de 6,15 metros establecido en pista cubierta el 21 de febrero de 1993 en Donetsk (Ucrania).

Carrera y triunfos más destacados de Isinbáyeva

1998 - Su primera aparición resonante fue en los Juegos Mundiales de La Juventud en Moscú, Rusia en donde terminaría en primer lugar alcanzando un salto de 4 metros de altura.

1999 - Fue partícipe del Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo en Bydgoszcz, Polonia (para atletas de 17 años o menores a dicha edad) en el cual no sólo se llevaría el primer puesto sino también establecería un récord mundial juvenil al realizar un salto de 4,10 metros. En ese mismo año participa en el Campeonato Europeo Juvenil de Atletismo en Riga, Letonia pero su desempeño no fue el mejor, sólo obtiene un quinto puesto.

2000 - Consigue el primer puesto en el Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo de la IAAF en Santiago, Chile (para atletas de 19 años o mayores a dicha edad) efectuando un salto

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