6 Energias Alternas
Enviado por ciancia • 8 de Agosto de 2013 • 2.031 Palabras (9 Páginas) • 501 Visitas
LAS SEIS ENERGIAS ALTERNAS
1-Vientos a grandes altura
Los generadores de electricidad eólicos convencionales se detienen cuando los vientos disminuyen. Sin embargo, a altitudes de entre los 300 y los 450 metros, los vientos no sólo son más fuertes, también más constantes, y existe ahí 100 veces más energía que la necesaria para alimentar al mundo completo. Magenn Power, una empresa canadiense,está construyendo unos globos con turbinas giratorias que aprovechan la energía a esas alturas. Esperan tener lista la primer turbina de alta altitud, un globo de 16 metros relleno de helio, llamada Mars, en 2010.
En el futuro, la energía eólica capturada de las corrientes de viento en chorra gran altitud puede suponer una alternativa para abastecer a las grandes ciudades. Esto es asi especialmente porque da la casualidad de que buena parte de las principales urbes del mundo se encuentran cerca de latitudes que corresponden con las del paso de dichas corrientes, que contienen energía suficiente como para cubrir cien veces la demanda mundial actual de energía.
Un nuevo estudio realizado por científicos de laCarnegie Institution y la Universidad de California Stateha identificado Nueva York como localización idónea para realizar un experimento de este tipo. El incoveniente es el desarrollo de tecnología capaz de aprovechar una energía que se encuentra a alturas superiores a 9.000 metros, y que en algunos casos presenta fluctuaciones de intensidad.
Se trata de vientos diez veces más fuertes que los que actualmente se aprovechan en superficie con generadores eólicos. Algunas propuestas tecnológicas ya han sido presentadas con el objetivo de recoger la energía a semejante altitud, entre las que figura el amarre de turbinas que podrían quedar suspendidas a la altitud de las corrientes en chorro. Más de 40 megavatios de electricidad podrían generarse con los actuales diseños y podría transmitirse a superficie aprovechando el amarre.
"Hemos encontrado las mayores densidades de potencia energética disponible a grandes altitudes sobre Japón y el este de China, asi como la costa este de Estados Unidos, el sur de Australia, y el nordeste de Africa", declaró la autora del estudio, Cristina Archer. "Los valores medios en esas áreas son superiores a 10 kilovatios por metro cuadrado. Esto es impensable cerca de la superficie, donde las mejores localizaciones eólicas apenas dan un kilovatio por metro cuadrado", dijo.
2-Combustible de alga
Los científicos esperan que el alga pueda ser modificada genéticamente para que continuamente secrete aceite que pueda ser convertido en combustible. La tecnología ya existe, pero se sigue trabajando para que sea económicamente viable. El gobierno de Estados Unidos y grandes empresas están invirtiendo millones de dólares para pronto poder producir, a gran escala, combustibles basados en alga.
Las algas juegan un papel esencial en el panorama actual de producción de biocombustibles. Si bien su paso del laboratorio a la escala industrial es aún lejano, el gran potencial que representan supone una apuesta para centros de investigación públicos y privados.
Texto. María Candelaria Galán. Fotos. Repsol.
Traducción. SMC” Comunicação.
Las algas componen un grupo de organismos que utiliza la luz para transformar el CO2 en biomasa, aceites o azúcares y que se extiende por una amplia variedad de ecosistemas acuáticos y terrestres. Dentro del reino de estos organismos fotosintéticos existen dos grupos diferenciados que se utilizan como combustible en el sector energético, las microalgas y las macroalgas.
Los primeros intentos de producción de biocombustibles a partir de algas datan de la década de los 70. En esta época, varios grupos de investigadores en Estados Unidos comenzaron a realizar proyectos basados en el cultivo oceánico en plataformas flotantes de macroalgas marinas del tipo Macrocystis pyrifera, que contiene un 50% de su peso en seco en diferentes tipos de azúcares. Más tarde, países europeos como Noruega siguieron sus pasos, pero terminaron por abandonar sus proyectos. En las décadas siguientes, los investigadores se han centrado mayoritariamente en el uso de las microalgas para la fabricación de biocombustibles, pero en la actualidad múltiples programas de investigación apuestan también por las macroalgas.
Se estima que pueden existir hasta 100.000 especies de microalgas, que incluyen representantes tanto eucarióticos como procarióticos (cianobacterias o algas verde–azuladas). Por otro lado, se considera que hay unas 15.800 especies de macroalgas repartidas entre macroalgas rojas (6.000 especies), pardas (1.800 especies) y verdes (8.000 especies, de las cuales 1.000 son especies marinas y el resto de agua dulce).
A diferencia de otros tipos de biomasa utilizados en la producción de biocombustibles, en el caso de las algas su uso principal en la actualidad sigue centrado en el sector alimentario y en el cosmético, pese a su enorme potencial en el sector energético. Esto se debe en gran medida a las reticencias del sector a probar su uso a escala industrial, ya que no se poseen datos suficientes para asegurar su viabilidad económica. Los costes de producción de microalgas, según distintas referencias, oscilan en la actualidad entre 10 y 35 euros por kilogramo de biomasa seca (entre 0,05 y 0,40 para macroalgas). Con los rendimientos actuales de extracción de aceite, estos costes enfrentados al precio actual del biocombustible, que ronda los 1,50 euros por litro, suponen una desventaja. Estas cifras dependen, entre otros, de los costes de cultivo.
Así, la extensión mínima de cultivo necesaria para poder hacer sostenible una instalación industrial de producción de microalgas con fines energéticos debería ser del orden de 100 a 200 hectáreas. Estimaciones realizadas por diversas empresas del sector ponen de manifiesto la necesidad de escalar incluso hasta miles de hectáreas para poder contribuir significativamente a la producción de combustibles a nivel mundial. En valoraciones basadas en correlaciones con datos calculados para regiones como Australia, se estima que serían necesarias unas 20.000 hectáreas de terreno para proveer el 1% de la demanda actual de petróleo en España. A pesar de ello, la superficie demandada en comparativa sigue siendo pequeña. Las algas presentan una relación del orden de 20.000 litros de combustible por hectárea de terreno frente a los 6.000 de la palma aceitera o los 4.000 de la caña de azúcar. Además, se pueden utilizar terrenos deslocalizados y sin valor para cultivo alimentario.
En el contexto de búsqueda de fuentes de energía alternativas a los derivados del petróleo, debe tenerse en cuenta que
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